La paraguaya inició su relación con el brasileño, quien le mintió diciendo que era divorciado y que quería formar una familia con ella en São Paulo, Brasil, según la abogada de la denunciante, María Estela Morel.
Al llegar al mencionado país, hace cuatro años, fue encerrada en un departamento y mantenida sin comunicación con familiares de Paraguay, según su versión.
Luego de sobrellevar la relación, tuvo a su hijo a quien trajo al país para conocer a sus abuelos y tíos.
La paraguaya convenció después de muchos intentos a que el extranjero firmara un permiso por 90 días, cuyo plazo venció el 2 de setiembre. Desde esa fecha la paraguaya decidió no regresar por temor al empresario, que supuestamente la maltrataba y golpeaba.
El padre del menor de 2 años se enteró de la intención de la joven madre de familia y comunicó a las autoridades locales la situación.
Finalmente consiguió la restitución internacional firmada por Mirta Alfonzo, jueza de 1ª instancia de la Niñez y la Adolescencia de Capiatá.
La abogada de la compatriota repudió la decisión de la magistrada, quien sin tener en cuenta la versión de la madre del niño ordenó que este quede con el padre.
“El empresario le ofreció 60 millones a la madre del bebé para que le entregue el hijo y vuelva sola a su país. Pero el señor (progenitor) trabaja hasta altas horas de la noche. ¿Con quién va a quedar la criatura?”, se preguntó la abogada.
Tras la decisión de la jueza de Capiatá, comentó la letrada que solo tiene dos días para apelar a la sentencia. Esperan que se haga justicia, refirió.