El ritmo de disminución de la desigualdad en los ingresos en América Latina ha bajado en los últimos años, en línea con un menor gasto social, lo que constituye un obstáculo para el desarrollo sostenible de la región.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dijo que una estructura productiva poco diversificada, en la que los sectores de baja productividad generan aproximadamente un 50% del empleo, constituye un determinante fundamental para esta asimetría.
“La desigualdad es una característica histórica y estructural en América Latina (...) Avanzar hacia su reducción significativa es uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, suscrita por todos los países de la región”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
Según Cepal, uno de los pilares fundamentales para reducir la desigualdad es lograr la autonomía económica de la mujer. Sin embargo, en la región solamente una de cada dos mujeres en edad de trabajar tiene un empleo o lo busca, al mismo tiempo que perciben en promedio el 83,9 por ciento del salario que reciben los hombres.
La entidad reparó además sobre la estructura de la propiedad (de activos físicos y financieros) como un factor fundamental de la reproducción de la desigualdad en la región, el que puede ser contrarrestado con un mayor dinamismo del gasto por parte de gobiernos. EFE-Reuters