“Las condiciones en Cáritas no son adecuadas (...) no son las mejores y ya llevan (los migrantes cubanos) mucho tiempo viviendo ahí (...) en la mitad de un barrio residencial”, declaró Varela a periodistas.
Añadió que el Ejecutivo que preside quiere darle a los migrantes cubanos, que han quedado varados en Panamá tras el cambio de la política migratoria estadounidense hacia Cuba, “una alternativa a Cáritas, y mañana” hablará del asunto “con los obispos”, incluido el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
El Consejo de Seguridad debatirá el asunto este mismo lunes en busca de “una solución a los cubanos que están (varados) en la frontera (con Costa Rica) y los que están Cáritas”, informó el mandatario.
La semana pasada Varela dijo que daba un plazo de 30 días a Cáritas para que pusiera fin al alojamiento humanitario de los cubanos, que a inicios de marzo pasado sumaban casi 500 repartidos en las fronteras con Colombia y Costa Rica, y en la capital panameña.
“Si se van a quedar en el país más tiempo esperando algunas cosas, deben estar en un albergue más digno, y ese fue mi mensaje”, dijo este lunes el presidente panameño.
Tras el fin en enero pasado de la política estadounidense “pies secos/pies mojados”, que daba beneficios migratorios a los cubanos, las autoridades de Panamá indicaron que los isleños serían tratados como cualquier migrante ilegal y que si querían permanecer en el país debían acogerse a algún estatus migratorio.
Panamá recibió en 2016 más de 27.000 migrantes irregulares, muchos de ellos cubanos, aunque también haitianos, africanos y asiáticos, que entraron por la selva del Darién, frontera natural con Colombia, en su tránsito hacia EE.UU.
El albergue de Cáritas en la capital alojaba a inicios de marzo pasado unos 383 cubanos.
El secretario ejecutivo de la Pastoral, Víctor Berrío, dijo la semana pasada que seguirían atendiendo a los cubanos en la capital pese al plazo de un mes para cerrarlo establecido por Varela.
Cuba y Panamá firmaron en marzo pasado un acuerdo para garantizar un flujo migratorio “regular, ordenado y seguro” que permitirá la deportación de los isleños que están irregularmente en el país centroamericano.