Los boletos fueron costeados con las multas cobradas a los conductores ebrios que de esa forma resarcieron el daño social causado, explicó el fiscal Fúster.
TESTIMONIO. Cipriana Fariña, madre de la niña, señaló que su pequeña presenta problemas de desarrollo de la motricidad y del lenguaje. Pero en nuestro país no pueden realizar el tratamiento ni los análisis que puedan confirmar la causa del retraso que sufre, declaró.
Sostuvo la madre de familia que el análisis de sangre que deben realizarle a la pequeña cuesta 2.000 dólares, monto con el que no cuenta su familia. Es más, dijo que esa muestra debe ser llevada a los Estados Unidos y por eso el costo es elevado.
La pequeña Fiorela será inspeccionada por segunda vez el próximo lunes 3 de julio en el vecino país, en donde prácticamente no paga por el tratamiento.
Su madre tiene la esperanza de encontrar una mejoría en el estado de la niña, comentó antes de abordar el bus que la lleva a Buenos Aires.
Refirió Cipriana que para cuidar y tratar a su hija tuvo que dejar de trabajar y por eso la situación económica es más difícil. El retorno de los compatriotas será en 15 días.