PASO TUYÁ - AZOTE’Y
Después de recibir la primera prueba de vida de Arlan Fick (17), secuestrado hace 206 días por el grupo terrorista Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), la familia Fick Bremm se encuentra, por fin, aliviada y con renovadas esperanzas de que muy pronto el hijo volverá a casa sano y salvo.
En la víspera, pudimos por primera vez ingresar a la vivienda de los Fick y encontramos a don Álcido y doña Melania mucho más tranquilos. Los padres del menor reiteraron que nunca perdieron la fe en Cristo y que eso les mantuvo fortalecidos espiritualmente en los más de 200 días de cautiverio del único hijo varón de la familia.
Con rostros descansados y acompañados en todo momento por una de sus nietas, nos mostró el sitio donde diariamente rezan por la liberación de Arlan, sobre una mesa están las imágenes de la Virgen de Caacupé, de la Rosa Mística, de san Antonio y otros; es el lugar donde cada tarde se reza el santo rosario con la familia y algunos amigos cercanos.
Explicaron que gracias a esto y el apoyo constante de mucha gente han podido soportar el secuestro de Arlan. Hoy están aliviados al ver en el video al hijo, secuestrado el 2 de abril pasado, en muy buen estado de salud y emocionalmente en buenas condiciones. “Nunca perdimos la esperanza de que Arlan sea liberado”, indicó don Álcido en un cerrado portuñol característico de los brasiguayos. Aunque no concedieron ninguna entrevista, se mostraron distendidos y por momentos sonrientes al tiempo de exhibir fotografías de Arlan.
“El rezo diario y la fe en Cristo no solo nos fortaleció a nosotros, creemos que hizo efecto en nuestro hijo, estamos convencidos de eso”, expresaron.
Si bien no hablaron mucho, el ambiente que se vive en la casa es muy diferente a lo que se observaba hace una semana, con la prueba de vida recibida se sacaron de encima una pesada carga, el no tener ninguna información de las condiciones en que se encontraría Arlan.
Reiteraron en todo momento que estaban seguros de que el EPP cumpliría con su promesa de liberarlo, ahora más aún, después de ver y escuchar al hijo quien reafirmó que será liberado en el momento oportuno.
Pero mientras esperan, seguirán rezando. “La oración fortalece la fe en Cristo y nos da fuerzas a nosotros para soportar esta situación y a Arlan para que tenga salud y no le afecte demasiado las condiciones en que está viviendo”, indicaron los padres del joven secuestrado.
