El presunto policía gatillo fácil es el suboficial Narciso Cañete, quien hasta ahora no fue enviado a prisión, pese a haber sido condenado a 7 años y seis meses de cárcel en agosto del 2016 tras la resolución de un Tribunal de Sentencia. Pese a esta sentencia, el hombre sigue trabajando como policía en la Comisaría 5ª Metropolitana.
El hecho ocurrió el 1 de julio del 2012, alrededor de las 16.00 horas, cuando el joven se trasladaba en su vehículo y supuestamente atropelló una barrera policial, pero todos los testigos manifestaron de que tal cosa no había.
El joven estaba en un acontecimiento familiar en Ciudad del Este y al salir a la ruta internacional le comenzó a seguir una patrullera que estaba al otro lado de la calzada. De acuerdo a su versión, el joven no pensó en un principio que lo estaba siguiendo a él.
“Salí de mi casa y en el kilómetro 12 hay una estación de servicio, ahí le veo viniendo despacito. Giré y le alcancé en el kilómetro 10. Mi hijo dobló a la derecha para entrar a una calle alternativa, ya estaba parando cuando veo cómo un policía le dispara a mi hijo sin motivo. Ahí le destruyó su vida”, dijo en su momento Alberto Medina.