Liz, de 7 años, fue la última paciente sometida este año a un trasplante de corazón en el Hospital de Acosta Ñu. De pie y al lado de su madre, ante la consulta de su estado luego de la operación pudo responder con timidez “añeñandu porã” (me siento bien).
Su mamá, Cristina Cabañas, agradeció a los médicos por su paciencia y a la vez pidió la colaboración de las autoridades de Curuguaty, su pueblo, para la provisión de una casa de material, con aire acondicionado y baño moderno de acuerdo a las exigencias médicas.
Por el momento se quedarán en el albergue del hospital, mientras que la institución gestiona con la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) la donación de una casa, al igual que Elvira.
El pasado 16 de agosto la pequeña recibió el mejor regalo por el Día del Niño, un nuevo corazón para mejorar su calidad de vida.
La adolescente Elvira, de 14 años, fue operada el 8 de agosto pasado y recibió el alta el 22 del mismo mes.
“Me siento súper bien”, expresó este viernes cuando acudió a su control en el Hospital Acosta Ñu en compañía de su madre, Nidia Montiel. Comentó que puede hacer sola algunas cosas como caminar, tomar sus medicamentos e ir al baño.
Elvira vive en una pieza alquilada en Asunción gracias a una familia solidaria, ya que debió abandonar su casa ubicada también en la capital, debido a las recientes inundaciones. Actualmente aguarda que la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat), le otorgue una vivienda digna.
Ambas cirugías se realizaron casi de manera simultánea, ya que Liz fue sometida al trasplante una semana después de Elvira. Fue todo un desafío para los profesionales del Acosta Ñu.