Marisol López Pratt, hija de una de las pacientes del área de Oncología, relató la situación diaria que muchos pacientes padecen cuando llega el día de la sesión, retiran la prescripción para ir en la farmacia y se encuentran con que los medicamentos indicados no están en stock.
Allí se inicia el problema de conseguir las dosis para no perder el turno logrado y no interrumpir el tratamiento iniciado. Lamentó que ante esta situación existen pacientes que abandonan el tratamiento arriesgando sus vidas y otros se endeudan porque los fármacos tienen un costo impagable.
Solo para una sesión, un paciente puede gastar hasta G. 17 millones para completar las dosis de medicamentos que deben incluirse en la quimioterapia. En la nota con fecha 3 de febrero y firmada por 21 afectados, solicitan en carácter urgente la provisión “inmediata y continua del tratamiento prescripto” con los siguientes medicamentos: gemcitabina, doxorrubicina, irinotecan, paclitaxel, pegfilgrastim, carboplatino, ácido zoledrónico.
López afirmó que como afectados se reservan el derecho de iniciar acciones judiciales y extrajudiciales que correspondan y responsabilizan a todos los involucrados de los daños irreparables que podría ocasionar esta situación. “Que pase esta situación es robarle la dignidad a una persona que está casi por perder la vida. Es triste y penosa la enfermedad que te quita todo, las fuerzas, las esperanzas y someterle a esto o que tengan que manifestarse para conseguir respuestas es demasiado”, agregó López.
Intentamos contar con la versión de las autoridades de la previsional, pero ninguna respondió a los insistentes llamados de ÚH.