El fondeo con los aportes que puedan surgir del BNF, dijo Kennedy, puede cooperar a que la ley de emergencia sostenga otras pérdidas a las que puedan quedar atados los campesinos en un proceso de sequía, heladas o desastres naturales.
El proyectista dijo que si el fondo de emergencia cuenta con nuevos medios de financiación habrá más garantías para que los productores puedan renegociar los créditos. “Hasta ahora el fondo de emergencia para rehabilitación se dio desde el punto de vista de arreglar la vivienda del afectado, aportando chapas y víveres. Ahora, de modo a ampliar la cobertura del fondo, queremos que actúe ante daños graves en el campo para cubrir financiamiento e intereses”, refirió.
Según el proyecto, el BNF incorporará al fondo de la SEN entre el 8%, como mínimo, y hasta el 20% de sus utilidades. Además, la propuesta exige que los impuestos que se pongan en vigencia en adelante y que tengan relación con el agro (como el Iragro) contribuyan al fondo citado.
Añadió que la ley de emergencia vigente no está pensada en relación con todos los problemas que puedan acaecer en un proceso de siembra y la actividad familiar campesina.
El diputado explicó que este proyecto de ley está pensado para rehabilitar financieramente a los productores y no para la condonación de deudas. Dijo que es muy distinto el caso que se cierne sobre los campesinos que hoy reclaman en Asunción la condonación de sus deudas. Indicó que este reclamo puntual debe ser tema de debate en el partido para ver qué postura finalmente tomar. Aclaró que el PLRA está con los campesinos, pero que entre todos deben encontrar una salida al problema. “Todo lo que recauda el Estado en el campo, luego va destinado a otras personas y no a los que necesitan”, dijo.
Coincidentemente, en Diputados se está discutiendo una iniciativa para refinanciar las deudas de 40.000 funcionarios públicos, mediante la compra de pasivos por parte del BNF.