El segundo, si aprueban el acta firmada por los presidentes Cartes y Macri sobre el Anexo C del Tratado de Yacyretá, de nuevo y con más fuerza el pueblo los rechazará. “¡Que se vayan todos!”.
Antes de la firma ha merecido el rechazo “la modalidad secretista” con que Cartes ha tratado la firma del Acta en su reunión con Macri.
Desaprobamos aquello tan importante que no figura en el Acta.
Primeramente, lo que se refiere a la Soberanía nacional.
Es grave porque el artículo 13,1 del Tratado reconoce que podemos vender la electricidad a otros países, al aceptar que Argentina tiene preferencia si todas las ofertas de compra son igualmente buenas.
Sin embargo, la Argentina se niega a que Paraguay venda electricidad al Uruguay pasando por su territorio.
Anteriormente también se opuso que Paraguay vendiera energía de Yacyretá al Brasil.
Nada dice, en segundo lugar, del precio justo que Argentina tiene que pagar cuando es el único comprador. Precio justo es el que paga comprando los ingredientes para fabricar electricidad termodinámica, que es muy superior al que paga por la electricidad paraguaya.
Hablando de lo firmado por los presidentes Cartes y Macri, supongamos que sea verdad y justa la deuda en Yacyretá de 4.000 millones de dólares a pagar por Paraguay y Argentina.
El Tratado en el Anexo C afirma que cada una de las naciones pagará la deuda de acuerdo a la cantidad de electricidad que usufructuó.
Paraguay usó solamente el 5% de esa energía, deberá pagar el 5% de la deuda.
Argentina que usó el 95% de la electricidad, deberá pagar el 95% de la deuda.
Por lo firmado entre Cartes y Macri tanto Paraguay como Argentina tienen que pagar igualmente el 50% de la deuda. Esto es injusto.