Noemí Díaz Sosa figura como contratada en el Congreso Nacional con un salario de G. 1.800.000, pero se desempeña como la niñera de la nieta de Attis.
Pero ahí no queda la cosa, ya que el legislador, que es dueño de una ferretería en la ciudad de Pilar, Ñeembucú, también logró que el Parlamento le pague el salario a uno de sus trabajadores de su local comercial; se trata de César Raúl Veloso, que percibe un sueldo de G. 1.800.000.
Attis, que no logró su reelección para este periodo, sí consiguió que su esposa, María Eugenia Mendoza, con un salario de G. 3.661.600, y su hijo, Antonio Attis, sean funcionarios permanentes de la Cámara de Diputados.
FAMILIA. Otro legislador que apenas ingresó en julio pasado, además de lograr el nombramiento de su primo como asesor en la Cámara de Diputados, también consiguió la contratación de su cuñado.
Se trata del diputado colorado Pedro Hércules Alliana, quien logró que Carlos Jorge Riveros, esposo de su hermana, figure como funcionario contratado en la Cámara Baja, con un sueldo de G. 2.200.000.
Asimismo, la influencia del legislador sirvió para que le contraten a su ex secretario de la época cuando se desempeñaba como gobernador de Ñeembucú. Se trata de Julio Alexis Benítez, que percibe un salario de G. 1.200.000.
Otros dos que figuran como funcionarios contratados de Diputados, recomendados por Alliana, pero ambos residen en Pilar, son Esteban Morel Villalba, con un salario de G. 1.600.000, pero es locutor de una radio local.
En la misma situación se encuentra César Rolando Dos Santos, con un sueldo de G. 1.500.000, hijo de un ex presidente de seccional y ex alumno de la Facultad de Agropecuaria de la Universidad Nacional de Pilar.