Para ambas festividades, la Santa Sede concedió –a instancias del Papa– indulgencia plenaria a los fieles que deseen expiar sus penas por los pecados cometidos. “La indulgencia consiste en la remisión de las penas; cuando nos confesamos somos liberados de nuestras culpas, pero queda un remanente que después tenemos que pagar. Ese pago es solventado, de alguna manera, con las indulgencias. Entonces, la Iglesia, a través de la práctica de ciertas obras, nos libera de esas penas que quedan por el pecado cometido”, explicó el padre Marcelo, quien participó junto a sus otros hermanos capuchinos de una maratón de confesiones en la capilla conventual San Leopoldo Madic.
Los capuchinos rezaron 50 Padrenuestros antes de cada una de las tres misas que ofrecieron en la víspera para totalizar 150 años de celebración por el aniversario del santo patrono elegido por ellos para su misión en el país.
San Leopoldo de Mandic, precisamente, pasó cuatro décadas confesando a fieles en su monasterio. En todo el novenario, los monjes realizaron alrededor de 320 confesiones, según comentó el fraile capuchino. “El sueño de San Leopoldo era atraer a los cristianos de Oriente, que estaban alejados de la Iglesia Católica y a través del servicio misionero quería llevarles la palabra de Dios. Sin embargo, Dios decidió que se quede como un misionero del confesionario. Prácticamente 40 años dedicó su vida a las confesiones: cuentan sus biografías que incluso de 12 a 14 horas atendiendo confesiones al día”, relató el hermano Marcelo, a modo de indicación del servicio a la cual se aboca esta orden menor de los franciscanos.
Conversión. La maratón de confesiones continuará hoy en la Catedral Metropolitana, donde 15 sacerdotes otorgarán indulgencia plenaria a los fieles que se confiesen, en el marco de los 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima. El 13 de mayo de 1917, la Inmaculada hizo la primera de sus seis apariciones en Cova de Iria, Portugal, ante tres pastorcitos a través de quienes hizo un llamado a la conversión de la fe y anunció el triunfo de su Sagrado Corazón.