La primera de estas razones es una herida que recibió en el tórax. “Esto inutiliza el pulmón, muy probablemente el corazón también”, explicó el doctor en contacto con radio Ñandutí.
Comentó además que Nelson Gustavo López, Jakare Po, recibió más de 17 transfusiones de sangre y una cantidad importante de plasma, lo cual dificulta los estudios laboratoriales y sobre todo los estudios de histocompatibilidad, esencial para plantear un trasplante.
Dijo además que su familia comentó que él tuvo varias parejas sexuales, además recibió altas dosis de medicamentos, lo cual también es un inconveniente muy importante.
“Es una persona con una conducta social de riesgo, es un prófugo, estuvo en la penitenciaría, es un ex convicto, tiene tatuajes importantes en la espalda (...) son condiciones que hacen presumir un riesgo importante a tener enfermedades que nosotros no podamos diagnosticar en este momento”, acotó.
Señaló también que hay enfermedades virales que el individuo se presume pueda tener, pero que no se pueden detectar aún, ya que en los estudios se tienen resultados negativos.
“Son varios factores que tenemos en el caso, por más que él tenga 23 años y esté en muerte encefálica, como para plantear la donación de órganos en estos momentos, el riesgo es muy elevado y exponemos al receptor a uno de estos riesgos”, explicó.
Manifestó que si bien López es un potencial donante, todos estos factores hacen que no sea un candidato ideal para la petición de órganos a la familia.
“Además, era lastimosamente un delincuente muy buscado que hace también una situación muy particular desde el punto de vista social y emocional para la familia”, concluyó.
Alrededor de las 17.55 de este lunes el corazón de Nelson López dejó de latir. El mismo había sido herido tras un intercambio de disparos con la Policía en un intento de asalto el pasado viernes. El hombre se encontraba con muerte cerebral en el Centro de Emergencias Médicas.