El Ministerio del Interior ordenó la realización de un inventario en todas las dependencias policiales del país de manera a conocer la cantidad de armas de fuego y toda la logística que concierne a armerías con las que cuentan los agentes. Este proceso se ordenó para determinar cuántos fusiles y otros elementos desaparecieron entre agosto y octubre del año pasado de manos de la Policía que opera en la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
“Es un control cruzado que vamos a hacer con la investigación que se inició. Se realizará en todo el país y no solo en donde operan la FTC, sostuvo el viceministro de seguridad interna, Javier Ibarra.
DESAPARECIDOS. Un fusil Colt M4 Carbine calibre 5.56 y un Galil Iwi (desaparecido el 16 de octubre), aparentemente robaron de la base de Halcón ubicado entre Kurusu de Hierro y Tacuatí. Además de esas armas potentes, desaparecieron 15 cargadores para M4, dos miras telescópicas Trijicon, cuatro cascos de color verde y una radio de frecuencia policial.
El destacamento está a cargo del comisario Óscar Cuevas, quien se encuentra supuestamente bajo sumario por el hecho. El agente fue investigado en el 2011 por la desaparición de armas de fuego, proyectiles y elementos de guerra de la armería de las Fuerzas de Operaciones de la Policía Especializada (FOPE).
Por ese hecho estuvo investigado Cuevas, que en ese tiempo se desempeñaba como subjefe.
Ibarra señaló que las investigaciones siguen, pero no supo dar detalles de todos los elementos que desaparecieron pese a que transcurrieron 6 meses del hecho.
La desaparición de las armas fue encubierta por las autoridades. El subjefe de Asuntos Internos, comisario Carlos Vera, se excusó diciendo que tenía “procedimientos”. El jefe del departamento, comisario Víctor Balbuena, está de vacaciones. Recién cuando el pasado martes tomó estado público fueron llamados a la Comandancia, pese a que el caso se reportó el año pasado.
Las armas robadas aparentemente ya están en manos de los miembros del EPP.