El arranque del presente campeonato traía consigo mucha expectativa para ambos equipos. La tarde del sábado prometía y pese a que la temperatura se presentaba ideal para hacer deporte, la afición apenas se llegó en cantidad moderada al Defensores del Chaco.
No obstante, desde que la pelota comenzó a rodar, factores externos dejaron de parecerse importantes para que el protagonismo lo pasaran a ocupar quienes darían rienda suelta a sus emociones sobre el césped.
Ansioso con el debut, Sol de América buscaría dar el primer golpe. Pablo Zeballos se presentaba así como el más inspirado, del medio para arriba, en la propuesta del cuadro de Fernando Ortíz.
Sin embargo, el delantero franjeado Walter González sería el encargado de romper el cero. A los 12' de la primera etapa, el atacante de 22 años conectaría un centro desde la equina derecha, arco sur, y pondría la cabeza para mandarla a guardar.
Con el tanto de apertura, las revoluciones del juego se fueron relajando. Ortíz movería las piezas y David Mendieta saltaría desde el banco para buscar la paridad.
Desde entonces, la emoción más fuerte de la etapa inicial se dio a los 40', cuando entre Librado Azcona y el travesaño evitaron la caída de la valla decana. Pareja hasta ahí la contienda.
En la complementaria, el conjunto dirigido por Éver Hugo Almeida sería quien tomaría las riendas de la partida.
Zeballos fue borrado por la fuerte marca que le aplicaron sus colegas y no pasaría mucho para que el Decano encuentre el segundo gol.
Moviendo el esférico y manejando los tiempos, el franjeado se mostraba superior y de tal manera amplió merecidamente el marcador. Fue a tráves de un tiro penal, ejecutado por Néstor Camacho, sobre los 74' del encuentro. Primer tanto del jugador recientemente incorporado al plantel, llegado tras un nivel superlativo Guaraní.
Si bien, la falta sancionada por Mario Díaz de Vivar en el área custodiada por Agustín Silva resulta sumamente cuestionable, el Danzarín poco o nada hizo para evitar que la balanza se desnivele a favor de la visita.
Es más, impreciso por descontar dejó espacios en la retaguardia y otorgó vitalidad al volumen de juego del equipo que a esa altura ya tenía todo a su favor.
Carlos Rolón, quien demostró que tiene condiciones y categoría, que también jugó en Guaraní el torneo pasado, pero que tiene pasado con la misma camiseta, selló el 3-0 final. Otra vez de cabeza, cuando el reloj marcaba los 83', Rolón consiguió ponerle música a la fiesta y salió a festejar con el entrenador que le otorgó la confianza.
El torneo pasado, Olimpia lo acabó con una seguidilla de cuatro partidos sin poder ganar. Hoy rompió la racha negativa y empieza una nueva ilusión. Por ahora, gracias a la abultada diferencia, pica en punta.
Por su parte, Sol de América lleva 7 partidos sin conocer la alegría.