SAN PEDRO
Mas de 400 oleros que se encuentran a orillas del río Aguaraymí, en los distritos de Nueva Germania y San Pedro de Ycuamandyyú, Tacuatí y Santa Rosa del Aguaray, en el Departamento de San Pedro denuncian pérdidas millonarias por la crecida del cauce hídrico y las continuas lluvias registrada en la zona.
Además los oleros denunciaron la falta de interés de las autoridades municipales y departamentales para asistirlos ante la preocupante situación por la que atraviesan.
En toda la zona existen alrededor de 400 familias que se dedican a la fabricación de ladrillos y tienen a esta actividad como única actividad de renta.
Sin embargo, desde hace un buen tiempo vienen soportando importantes pérdidas por las constantes crecida del río Aguaraymí que los afecta, porque sus olerías están ubicadas no lejos del cauce en donde existe la materia prima para la fabricación de adobe.
Esta situación ha dejado a varias familias en ruinas y explicaron que no solamente la crecida les afecta, también el mal estado de los caminos vecinales que es un impedimento para que entren los compradores de los artículos de cerámica hasta los lugares donde están ubicados sus hornos.
DAÑOS. Oleros consultados indicaron que con la última crecida tuvieron una pérdida de aproximadamente 200.000 adobes, más carpas, herramientas, chapas, afectando a unos 100 oleros del lugar y muchos están sin poder trabajar por falta de estos elementos de producción.
“Cada día es más grave la situación de muchos compañeros; somos alrededor de 400 oleros de los distritos de Nueva Germania, Tacuatí, San Pedro y Santa Rosa del Aguaray.
Las pérdidas son millonarias y ya en varias oportunidades hemos llegado hasta la Gobernación de San Pedro pidiendo ayuda en víveres, carpas y chapas, siempre nos prometen, pero termina allí”, dijo Victorino Benítez.
Agregó que “hay familias que ya no están enviando a sus hijos ni a la escuela porque ni siquiera tienen para comprarles uniforme y es una lástima que nuestras autoridades se desentiendan de la situación de sus pobladores”, dijo Victorino.
Otro de los objetivos de estos oleros es conseguir que tanto las municipalidades como la Gobernación adquieran sus ladrillos para la construcción de obras con recursos de royalties y Fonacide. “Conseguirlo será muy bueno, porque así tendremos un mercado seguro”, indicó un olero.