Cuando Irma tocó tierra el sábado en la costa norte de la isla con categoría 5, hizo volar techos, arrancar árboles y derribar postes del tendido eléctrico, y causó daños en centros turísticos.
Equipos de bomberos y personal de la Cruz Roja pasaron la noche del sábado y hasta la madrugada del domingo rescatando a los cubanos de sus viviendas en el centro de La Habana, mientras el mar penetraba con furia provocando serias inundaciones.
Aunque Varadero, el polo turístico más importante del país situado a 116 kilómetros al este de La Habana, escapó del golpe directo de Irma, los vientos de la tormenta causaron estragos en las instalaciones de hoteles, devastando mucha infraestructura.
“En Varadero hay que significar que los daños preliminares están concentrados en estructuras metálicas, afectaciones en techos y algunos derrumbes parciales en las instalaciones”, dijo Teresa Rojas Monzón, presidenta de la Defensa Civil. REUTERS