El organismo regional se hizo hincapié de la fragilidad en el control del financiamiento de las campañas políticas, lo que facilita los narcoestados.
“Por estas razones, el financiamiento público de las campañas puede favorecer la igualdad de condiciones y un sistema equitativo debiera considerar su estimulación”, decía el análisis que se dio a conocer en la OEA cuando Miguel Insulza era secretario general.
Sin evaluar este dictamen que tiene cinco años, el diputado Bernardo Villalba justifica el haber elevado el tope de dinero para campañas políticas. Negó que se intente abrir la canilla para la narcopolítica.
Pese a que la mayoría en diputados está de acuerdo con subir el flujo de dinero en las campañas, no admiten que mayores organismos de control se encarguen de monitorear las cuentas.
En este sentido, la OEA aconseja que “el control gubernamental ejercido por una entidad especializada ayuda a mejorar la calidad y cantidad de la información sobre el flujo de recursos de las campañas”.
El presidente de la Comisión de Lucha contra Narcotráfico de Diputados, Éber Ovelar, adelantó que para que esta premisa se cumpla van a dictaminar de vuelta el proyecto de financiamiento de modo a que varias instituciones encargadas del control, como la Seprelad y la SET, puedan colaborar con el TSJE en esa tarea.