Lo que debió ser la inauguración de la obra más emblemática del Gobierno de Horacio Cartes, promocionada desde hace tiempo en su característica de emprendimiento culminado en tiempo y forma, finalmente se convirtió en una habilitación oficial del llamado superviaducto, pero sin presencia del jefe de Estado y solo con el vicepresidente Juan Afara presidiendo el acto.
En el mismo momento en que en el propio Congreso Nacional se desataba un enfrentamiento entre manifestantes contra la enmienda y la Policía Nacional, incluido el incendio del edificio legislativo, arrancó el acto oficial de inauguración del paso a desnivel en las intersecciones de Madame Lynch y Aviadores del Chaco, con una inversión de USD 22 millones.
hurreros. Desde horas antes, los vallados a los cuatro costados de la majestuosa obra permitían pasar solo a los protagonistas del evento, la logística y los invitados especiales, a quienes se agregó un numeroso grupo de obreros que participaron de la construcción, pero también entre ellos un grueso grupo de hurreros, especialmente de Luque, que habían levantado desde temprano pasacalles alusivos a la reelección, con leyendas como: “No nos abandones, queremos que continúes. El pueblo pide la reelección”.
Los cánticos referidos al apoyo incondicional hacia Cartes también efervecían el ambiente, a medida que se acercaba el momento del discurso. El presentador del evento adelantaba a cada instante la presencia del presidente de la República, e invitaba a los presentes a ocupar su espacio correspondiente, mientras la banda de la Policía Nacional ejecutaba temas patrios.
no fue cartes. Ministros y viceministros, así como funcionarios de alto rango y representantes de empresas privadas involucradas en la construcción del superviaducto, se vieron sorprendidos en un momento cuando el conductor anunció, finalmente, la presencia del vicepresidente de la República, Juan Afara, lo que permitió el arranque de la inauguración oficial.
El único orador de la noche fue el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Ramón Jiménez Gaona, quien desde su inicio fustigó a los detractores del Gobierno, mencionando que mientras algunos sectores se pasan criticando, a nivel oficial se preocupan por la gente y plasman en la realidad las promesas, como el superviaducto que descongestionará el inmenso drama vehicular diario en esa zona de la ciudad.