Cambiar reglamentos y leyes de un plumazo, y a espaldas de la ciudadanía, es lo que caracterizó históricamente a las diferentes dictaduras en todo el mundo. En esto coincidieron los obispos Alfert y Medina, quienes a su vez advirtieron que mientras no se retire la enmienda, “el diálogo está condenado al fracaso”.
Atacaron también a la Corte Suprema, cuyos ministros se “están tardando” en resolver si fue legal lo perpetrado por 25 senadores el 31 de marzo.
“Cuando se habla de reelección en un pueblo maduro es normal; pero cuando un presidente promueve para sí mismo ser reelecto, eso sucedió en todos los países que tuvieron dictaduras”, afirmó a ÚH monseñor Alfert, obispo del Vicariato Apostólico del Pilcomayo.
Para el clérigo, Horacio Cartes debe declinar de la reelección por vía de la enmienda “por el bien del país”, para su pacificación. “Hace unos años (Cartes) dijo que sería un robo al pueblo que le dedique tiempo a la reelección, entonces le digo que se recuerde de eso”, disparó en relación a los dichos del mandatario.
A su juicio, la enmienda debe ser discutida “con tiempo y de manera amplia"; no a las apuradas ni a puertas cerradas con un reducido grupo de legisladores. “Si a mí me obstaculiza alguna ley para que pueda conseguir lo que mi grupo quiere lograr, cambio el reglamento, entonces ningún reglamento tiene validez. Esos son indicios de que toda dictadura en el mundo ha hecho: Cambio la ley, porque algo me molesta, eso es lo fatal para un pueblo. No hay seguridad jurídica en el país, nadie sabe lo que va a regir para mañana”, remarcó monseñor Alfert.
“Pecado”. Medina, ex obispo de la Diócesis de San Juan Bautista de las Misiones, empleó una analogía religiosa con la maniobra de los legisladores cartistas en complicidad con el Frente Guasu.
“Si hay un pecado original, que en este caso es la violación a la Constitución, al orden jurídico, tienen que retirar la enmienda y hablar tranquilamente de la posibilidad de la reelección, pero por la vía constitucional, no así atropellando todo. Violando el orden jurídico, no puede ser, por eso digo que este diálogo no podía prosperar”, apuntó sin dejar de culpar a los 25 legisladores de provocar la crisis desatada con la enmienda.
Mentiroso. Según el obispo emérito, Cartes le miente a su vez al papa Francisco, en razón a que obvió las sugerencias que le dejó el Santo Padre.
“Hay muchas cosas que le recomendó y no cumplió. El Papa no es tonto y sabe todo lo que pasa en Paraguay; hoy en día no solo tiene la información oficial, sino también a través de los medios de comunicación. El Papa no es tonto y sabe entonces que se le está mintiendo”, insistió.
Alfert y Medina criticaron a la vez a la Corte Suprema de Justicia que –desde el primer día en que salió la enmienda– podía pronunciarse rápidamente sobre la legalidad o no de lo aprobado en esa sesión paralela y así evitar los enfrentamientos en las calles. “Es una oportunidad para la Corte Suprema de reivindicarse con el pueblo. Están tardando demasiado, seguramente algunos no se deciden”, tiró Medina.