“Exhortamos vivamente a bajar los niveles de confrontación e incluir a todos los sectores sociales”, manifiesta parte del comunicado.
En un momento, se dirigen exclusivamente a las autoridades nacionales y en particular a las fuerzas públicas, de tal manera a evitar amedrentamientos. “Los debemos tratar (a los campesinos) como hermanos que buscan una vida mejor”, es el mensaje para las mismas.
Soluciones profundas. En otra parte del comunicado, los obispos reflexionan en torno a la histórica problemática campesina y la necesidad de formular soluciones definitivas. “El debate sobre la deuda campesina, y sobre las diversas propuestas de leyes para afrontarla, refleja la vigencia del conflicto y la falta de soluciones estructurales a un problema social crónico que es la necesidad de un apoyo integral a la agricultura familiar campesina”, reflexionan.
“Es urgente solucionar la emergencia campesina creada hoy, y enfrentar con coraje las causas de la inequidad estructural que vuelve frágil e indigna la convivencia social entre todos los paraguayos”, expresan, aludiendo nuevamente a la división en la sociedad.
Expresan además su apoyo a la agricultura familiar campesina por encima de otras formas de producción, siempre y cuando no haya “confrontación con otros modelos”. En ese sentido, instan a que se establezca una clara planificación territorial que permita la convivencia armónica agrícola, y sobre todo entre los diversos sectores de la producción y el medioambiente.
“Creemos que un apoyo integral a la agricultura familiar, con políticas públicas explícitas de corto, mediano y largo plazo, traerá beneficios, no solo para los pequeños productores, sino para toda la sociedad paraguaya”, es el mensaje final.