CAACUPÉ
El celebrante de la misa central de los domingos en la basílica de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, en parte de su homilía abordó el tema referente a la situación de los campesinos que se encuentran en Asunción.
“Estos hermanos campesinos que marchan en la capital por sus reivindicaciones son parte de nuestra realidad. Pero nos duele constatar que llevamos décadas sin proponer soluciones profundas y duraderas a sus demandas, por una vida más digna, por una vida más plena”, destacó.
El obispo mencionó que desde 1983 los obispos ya venían analizando esta situación difícil, y advertían sobre esta gran problemática en su carta El campesino paraguayo y la tierra. A su criterio, el debate sobre la deuda campesina y las diversas propuestas de leyes para afrontarlas refleja la vigencia del conflicto y la falta de soluciones estructurales a un problema social crónico y la necesidad de un apoyo integral para la agricultura familiar y campesina.
“Se debe afrontar esta situación con leyes buenas que ayuden al campesinado y al mismo tiempo, con soluciones estructurales para ir aplacando y calmar todo esto. También el apoyo que deben de tener y no la indiferencia, no la intolerancia, sino hacer frente a estos problemas, porque si dejamos pasar el tiempo sus reclamos irán creciendo”, acotó.
Valenzuela dijo que es urgente hallar un camino de solución a la situación campesina y enfrentar con mucha valentía, audacia y coraje, además de encontrar las causas que producen esta inequidad estructural que hace que se vuelva frágil e indigna la convivencia social entre todos los paraguayos.
“Tenemos que ayudarnos, porque cuanta más diferencia hay, también más difícil será resolver el problema; decía el papa Francisco: ‘mientras no se reviertan la exclusión y la inequidad, no habrá programas políticos, ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad”, apuntó el obispo.