CAACUPÉ
El mensaje lanzado ayer desde la Basílica de la Virgen Serrana fue más contundente: “Esta Semana Santa nos cae muy bien a todos porque justamente estamos necesitando de una buena dosis de humildad, para reconciliarnos como pueblo. La confrontación es cada vez mayor, y, eso trae violencia, trae consigo ambición ciega, y trae consigo muerte, como ya pasó”, expuso durante su homilía monseñor Claudio Giménez, obispo de la Diócesis de Caacupé.
El prelado indicó que la palabra Pascua significa ‘paso’, por lo que en estos días santos se debe pasar “de la soberbia a la humildad”. De eso –indicó– nadie escapa, especialmente, los actores políticos.
“Paso de la confrontación al entendimiento mutuo, porque hemos visto que si continúa ahora esa confrontación, no sabremos medir los resultados. Paso de la incoherencia política al respeto a las leyes y a la Constitución Nacional, tiene que darse ese paso”, insistió dando muestras claras ante la feligresía de una postura contraria a la manera en que se busca modificar la Carta Magna para permitir la reelección presidencial.
“Paso de la irresponsabilidad de los dirigentes a gestos de grandeza. Qué fantástico sería si nuestros dirigentes llegaran a ese paso de grandeza en este momento, y abandonaran esa posición dura e irreconciliable”, exclamó.
Para Giménez, si la actual generación de líderes “es incapaz de abandonar” sus intereses sectarios y mezquinos, se debe “dar la oportunidad a una generación joven capaz al servicio del bien común”. Esto es posible –sostuvo– pues se está dando en la Iglesia paraguaya, para no ir lejos.