CAACUPÉ
El obispo de Caacupé, monseñor Claudio Giménez, destacó ayer en su homilía, durante la misa en la basílica, la decisión de los diputados de archivar el proyecto de enmienda constitucional que derivó hace un mes en la quema de la sede del Congreso y la muerte del dirigente liberal Rodrigo Quintana.
No obstante, el prelado reconoció la necesidad de reformar la Carta Magna por lo que abogó que en un futuro próximo se convoque a la Asamblea Nacional Constituyente para introducir las mejoras en la principal ley que rige en el país.
“Felizmente el pueblo ha vuelto a la calma. Primó la cordura, la sensatez, y se tomó conciencia de que la Constitución Nacional fue hecha para ser respetada. La Iglesia habló claro, no pueden decir que no hemos dicho lo que teníamos que decir. Ojalá venga en un futuro próximo la Asamblea Nacional Constituyente para que podamos introducir aquellas mejoras necesarias en nuestra Carta Magna, de común acuerdo y en consenso como pueblo inteligente y capaz. La Iglesia tiene puntos que quisiera aportar en ese momento”, señaló.
Qué presidente queremos. También instó al pueblo a definir qué clase de presidente o presidenta de la República necesita el Paraguay en los tiempos actuales. Aclaró que al hablar de estos temas no significa que la Iglesia se meta en las cuestiones de los partidos políticos.
“No es meterse en políticas partidarias. Nosotros tenemos derecho, tenemos la libertad de expresarnos como ciudadanos paraguayos y responder a esta pregunta: ¿Qué clase de presidente o presidenta queremos en el Paraguay moderno? Hasta hora no hay ningún medio de comunicación que haya tomado la bandera de ayudar al pueblo a pensar a responder y a proponer”, enfatizó al religioso.
Se solidarizó también con los afectados por temporales en la zona Sur del país y con las víctimas del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en la zona Norte. “Pienso y rezamos por aquellos hermanos que han perdido sus casas, los damnificados por la creciente, por la tormenta, que no pierdan la fe. Pienso en los familiares de este joven peón de estancia que fue acribillado como muchos otros ya de la misma manera, realmente brutal en su lugar de trabajo, en la sien, en la nuca. Ya hemos pedido muchas veces a aquellos hermanos que así actúan, que así matan, que no hagan más por favor porque hacen sufrir realmente a muchas familias muy pobres. Vieron ustedes cómo la mamá, sus familiares, lloraban amarga y desconsoladamente. Que estos hermanos no pierdan su fe y su esperanza”, subrayó.