“No sé qué pasó, eso fue solo un punto dentro de la homilía, di como seis ejemplos, pero la gente se agarró solo de eso (tatuajes) y no cayó bien a alguno y se molestaron”, indicó el religioso.
Una polémica se generó luego de la celebración eucarística realizada por el obispo el pasado viernes en ocasión al quinto día del novenario de la Virgen de Caacupé. Giménez, con una sonrisa en el rostro, despotricó contra quienes se hacen tatuajes, copian en los exámenes y “vacían latitas de cerveza”.
Justificó sus expresiones al mencionar que estaba analizando la realidad del joven actual con sus factores positivos y negativos, para ir encontrando soluciones a las problemáticas.
El religioso negó que tenga un prejuicio hacia las personas que utilizan tatuajes y tampoco quiere generalizar.
“Se generalizó y se llegó a un extremo. Se agarró de un punto dentro de todo lo que dije”, refirió a la emisora 780 AM. Resaltó que existen miembros de la sociedad que son excelentes y se pintan el cuerpo.
Giménez había solicitado a los jóvenes que se destierren ciertas costumbres negativas y que, a su vez, se conviertan en protagonistas de cambios sociales y culturales. Muchos fieles asintieron las declaraciones del obispo, a diferencia del revuelo que este mensaje causó en redes sociales.
“Deben tener claros los objetivos en la vida, en vez de llenarse de tatuajes, por ejemplo, que no sirven para nada. ¿De qué sirven los tatuajes?, hablan de un alma vacía en general. A lo mejor hay buena intención si quisieran anunciar algún mensaje, pero para ello no hace falta estar pintándose todo el cuerpo. El mensaje se tiene que dar con el testimonio, no con tatuajes”, arremetió el representante de la Iglesia católica.