Uno de los grandes problemas nacionales es la escasa o pobre preparación en matemáticas, cuyo impacto no solo es grave en términos de finanzas personales sino también en pérdidas enormes para el país. Tenemos más de 15.000 maestros quebrados. Se han endeudado por encima de sus ingresos económicos, miles de campesinos en iguales circunstancias que arremeten contra Informconf y otras empresas por tenerlos registrados. Los paraguayos no podemos mirar al Sol y al dinero por un tiempo largo, dice la expresión en guaraní, que resulta más gráfica aún. En los negocios del Estado, esa falla estructural se reproduce todavía en tamaño mayor.
Esta semana el Gobierno calificó de histórico que las finanzas de Yacyretá hayan sido “saneadas”. Sin embargo, si sumáramos lo que costó “el monumento a la corrupción” y la cesión del 46% de energía paraguaya a la Argentina por 24 años, es posible que antes que debiéramos algo nos tendrían que dar un suculento porcentaje en dólares. Dicen que la presa costó 10.000 millones de dólares y que la energía cedida a la Argentina fue de 16.000 millones en 24 años. Eso significa que nos deben 11.000 millones, entendiendo que la hidroeléctrica es de propiedad común en un 50%. La pregunta es: ¿cómo esta operación matemática sencilla y práctica no se hizo? El argumento es que no hay datos ciertos sobre el valor de la presa y menos sobre la cesión de energía que dimos a la Argentina en pago, ¡porque la administración solo está en manos de nuestro socio condómino! O sea lo único que ponemos aquí es cuerpo, membrete y bolsillo para las dádivas que permitieron mantener las cosas como hasta ahora. Pasa una cosa igual con Itaipú. El vitriólico Ricardo Canese cuando subió Lugo dijo que Brasil nos debería pagar 1.500 millones de dólares anuales. Cuando nos dio 200 millones más en royalties dijo que era un gran triunfo! Lugo, antes, viajó en avión militar brasileño a negociar con su amigo Lula, quien también pagó su atención médica por el cáncer que lo aquejaba en el Sirio-libanés de Sao Paulo. ¿Cómo con esas actitudes podemos hacer que los números nos sean favorables?
Jeffrey Sachs no podía entender cómo nos endeudamos en un porcentaje de interés del 11% fijo en Itaipú cuando la tasa hoy en Brasil no alcanza 5%. No sabía si éramos estúpidos o corruptos o ambas cosas a la vez. El procurador afirma que con el triunfo judicial en el caso Gramont podemos ganar 200 millones de dólares en intereses anuales. Su concuñado, el presidente del BCP, dice que no harán timba con las reservas. Chile obtiene más del 6% de interés anual sobre sus reservas. Nosotros, por mantener en Basilea 0,15%. Si el triunfo del caso Gramont era para sacar del banco inembargable y colocarlo en mejores sitios de pago de interés que hubiera podido dar a la tasa de 3% anual (la mitad de Chile) más de 600 millones de dólares, ahora resulta que no lo quieren mover de Basilea. Los números de nuevo en contra nuestra.
Necesitamos enseñar matemáticas de excelente calidad. Singapur lo hizo y hoy es potencia. Eligio Ayala enseñó dicha materia en el Colegio Nacional siendo abogado y fue un hombre justo y, además, el mas grande estadista del país. Nosotros siempre vamos a pérdida. Nunca jugamos para nuestros intereses y cuando deberíamos ser ricos y prósperos nos contentamos con una tajada del 10% en obras “para los muchachos”, bife de chorizo, sexo, buen hotel y vuelos en avión. Muy baratos para los que negocian con nosotros y muy perjudicial para los intereses de la gente. Hay que mejorar los números y las matemáticas a favor del país, urgentemente.