ANKARA - TURQUÍA
Dos personas murieron ayer en la explosión de un coche bomba en Esmirna, atentado que derivó en choques con la policía con saldo de otros dos muertos, mientras sigue la búsqueda del autor de la matanza en una discoteca de Estambul.
Según la agencia oficial Anatolia, un policía y un empleado del tribunal murieron en la explosión, que se produjo frente a la entrada de jueces y fiscales del edificio, donde se desplegaron varias ambulancias. El ataque derivó en enfrentamientos con la policía, en los que las fuerzas de seguridad abatieron a dos “terroristas”, según la agencia Anatolia, mientras que un tercero consiguió escapar.
Por el momento, no se produjo ninguna reivindicación del ataque, aunque las autoridades sospechan que activistas kurdos podrían estar detrás del mismo. “Las primeras pistas sugieren que el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) está detrás del ataque”, declaró Erol Ayyildiz, gobernador de Esmirna.
El alcalde de Bayrakli, al norte de Esmirna, Hasan Karabag, dijo a la cadena de televisión NTV que al menos 10 personas resultaron heridas, una de ellas, de gravedad. Según la agencia Dogan, hubo al menos 11 heridos.
El gobernador confirmó también que la policía rodeó el barrio y busca a un tercer sospechoso, aunque no existe certeza absoluta sobre la participación de otra persona.
Según la cadena CNNTürk, la explosión del coche bomba se produjo delante de la puerta usada por jueces y fiscales para acceder al edificio.
El gobernador de Esmirna agregó que las fuerzas de seguridad detonaron con una explosión controlada un segundo vehículo, tras determinar que también pertenecía a los terroristas.
El ataque se produce apenas cinco días después de que un terrorista matase a 39 personas en un club nocturno en Estambul en la noche de Año Nuevo.
En 2016 unas 300 personas murieron en atentados atribuidos al PKK y al yihadista Estado islámico (EI) en Turquía.