Nueve de las 35 familias que accedieron a la tan anhelada casa propia en el barrio San Antonio, de la ciudad de Limpio, pero que fueron estafadas al recibir sus residencias inconclusas, cansadas de esperar que las autoridades resuelvan el supuesto fraude y las malversaciones que sufrieron, han decidido plantarle cara a la situación y se mudaron a las viviendas a medio terminar.
A través de la administración de la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua Táva Rory Ltda., la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) desembolsó G. 3.634.648.674 para este proyecto de 35 viviendas; sin embargo, las casas nunca fueron terminadas, debido a que la entidad se quedó sin fondo.
“Ya no aguantamos más y es lo único que nos queda, entrar en estas condiciones en las que se encuentran nuestras viviendas, sin techos, sin piso, sin escalera, para no pagar más alquiler”, dijo Josefa Vázquez, representante del proyecto.
Desde tempranas horas se acercaron ayer a sus casas. Algunos llevaron a colocar marcos de puertas y ventanas, otros cortaron los matorrales, y mientras un grupo hacía trabajos de albañilería, los niños jugaban y las mujeres preparaban el karu guasu (comida grande) para el almuerzo.
Josefa señaló que nueve propietarios, con sus respectivas familias (incluida ella), prepararon la mezcla para darles una terminación a las viviendas, cortaron los matorrales y colocaron las ventanas y puertas de manera provisoria.
“A pesar de no contar con agua, energía eléctrica, tampoco escalera, preferimos mudarnos a lo que sería nuestro hogar. La Senavitat desembolsó el dinero por la construcción de 35 viviendas y todos pagábamos las cuotas y cumplíamos con la parte asignada; solo queremos que se haga justicia”, exigió Vázquez.
AMENAZA. El ex presidente de la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua Táva Rory Ltda., Aldo Pereira (actualmente liquidada por el Instituto Nacional de Cooperativismo –Incoop–, por las presuntas irregularidades), envió a un policía al lugar, quien dijo que a la noche se iba a presentar para desalojarlos a todos.
“El ex presidente no se atrevió a dar la cara y envió a un policía. No sé con qué autoridad, ya que la entidad Covitava ya no existe”, resaltó la mujer.
Por otra parte, de acuerdo con un informe técnico realizado por Senavitat, las construcciones de las viviendas se encuentran en diferentes etapas; es decir, se verifica un 28%, 30% y 50% de avance.
En tanto, resalta que al momento de la intervención de Incoop, Covitava no disponía de fondos ni de libros contables, tampoco registros de pagos. Incluso se solicitó un informe detallado sobre los motivos del retraso de las obras, pero la institución no dio respuesta.