El actor Jack Huston, quien encarna a Judah Ben-Hur, se mostró satisfecho por demostrar con su trabajo que “hay otro camino” más allá del “odio y la venganza”, que pasa por la reconciliación y la redención. “Con Judah experimentamos que para crecer necesitamos tocar fondo”, afirmó Huston, quien admira la actuación de Charlton Heston desde que era pequeño.
Su compañero de reparto, Toby Kebbell –quien interpreta a Messala–, sostiene que la cinta muestra “una historia que indica la diferencia entre el poder y la fuerza”. Términos que se emplean indistintamente y que aquí quedan representados por, respectivamente, el ejército romano y por Jesucristo, apuntó el actor.
NUEVA GENERACIÓN. La productora de la cinta, Roma Downey, enfatizó la necesidad de acercar de nuevo al público la narración de la novela de Lew Wallace y de trasladarla a las generaciones jóvenes, luego de 57 años.
Aseguró que la nueva Ben-Hur, dirigida por el ruso Timur Bekmambetov, tiene un argumento “muy diferente” y sigue más la trama original del libro. Ben-Hur, que también se adaptó al cine mudo, cuenta la historia de un hombre que, traicionado por su hermano, pasa años como esclavo y regresa a Roma en busca de venganza.
“La de 1959 dura tres horas. Era tan larga que tenía un intermedio. La audiencia ya no tiene esa paciencia”, expresa la productora. Dijo, además, que “en términos de interpretaciones, (la nueva) es más natural, y la edición es más ágil” que la cinta de Wyler, ganadora de 11 premios Oscar.
Para la recordada escena de la carrera de cuádrigas, Ben-Hur empleó esta vez el mínimo de efectos especiales posibles y buscar el realismo, infiltrando cámaras entre los caballos y los propios actores, aseveró Downey.
“Es lo más cercano a la muerte que puedes estar”, comentó con humor Huston sobre la grabación de la escena y añadió que un exceso de efectos especiales “te aleja de los personajes”.
JESÚS. El actor Rodrigo Santoro citó que “las comparaciones con el filme de los 50 son inevitables”, pero que en el caso de su personaje, Jesucristo, la película intenta mostrarlo como una figura “más accesible” y cercana.
El intérprete brasileño relató cómo en su proceso de preparación del personaje pasó de la mera investigación a “poner en práctica” las enseñanzas de Jesucristo en su día a día.
“Me topé con las paredes gigantescas de la humanidad, pero es el camino, y puedo decir que nunca fui tan feliz”, afirmó Santoro, quien, junto los demás actores, tuvo un encuentro con el papa Francisco y de quien recibió su bendición. EFE