18 abr. 2024

“Nos estamos muriendo de éxito”

Muy ‘modernosa’, Asunción tiene edificios de vidrio, viaductos, calor infernal, nervios y estrés. Para hablar de esta realidad, Solano Benítez debe echar mano de una palabra inventada “No estamos haciendo mejoras, estamos haciendo peoras”.

solano benitez.JPG

Foto: Daniel Duarte

Por Brigitte Colmán | bcolman@uhora.com.py

El glamur que parece darle a la ciudad un altísimo edificio de vidrio es solo apariencia. En realidad, está generando más calor. Aporta unos grados al infierno en que se convirtió el planeta con el calentamiento global.

Para el arquitecto Solano Benítez, premiado con el BSI Swiss Architectural Award, por su contribución a la arquitectura contemporánea, el vidrio es un material espectacular, y como él explica, flotar en un piso 18 y ganar el horizonte con el paisaje puede ser muy hermoso. Pero, y siempre hay un pero, al parecer no se están haciendo muy bien las cosas por acá.

“El vidrio aumenta el calor. Deja pasar mucho calor al interior, refleja más calor, y por eso adentro necesitamos acondicionadores de aire para producir frío, lo que a su vez produce calor afuera, entonces generan necesariamente más calor. Ahí el vidrio ya no es un material tan inteligente”, sostiene.

Entonces queda claro que el vidrio como cualquier otro material habría que usarlo, pero no de la manera en que lo estamos usando, señala, y da un ejemplo.

Desde hace 30 años los asuncenos conviven con el edificio Ayfra. “Quien camina a la siesta por los alrededores del Palacio de López puede recibir el halo aumentado de la lupa del edificio. Ese mismo efecto lo estamos reproduciendo sobre Santa Teresa. Son efectos ya conocidos por nosotros. Son cristaleras completas que apuntan hacia el este que van a rebotar, van a calentar necesariamente más el barrio”.

Y como si esto no fuera suficiente, “cometimos la tontería de echar todos los árboles para que se vean mejor nuestras obras”, dice el arquitecto.

Frente a ese modelo, Solano Benítez sostiene que el mandato fundamental para la arquitectura en Paraguay debería ser la construcción de sombras y la construcción de penumbras.

“Si no construimos sombras y no construimos penumbras estamos empeorando; y agrega que “las maneras con las que convocamos a la materia nos están metiendo en problemas. Nos estamos muriendo de éxito. Tenemos que ser capaces de cambiar la manera en que hacemos las cosas, porque las cosas que hacemos se revierten en nuestra contra, se convierten en peoras”.

Planificar. Hablar de la falta de planificación con que creció Asunción es casi un lugar común. Para Benítez, además de planificación hace falta un cambio de perspectiva. Y aquí la gran crítica es la sumisión al dinero.

Vista de la zona de Aviadores del Chaco.

Vista de la zona de Aviadores del Chaco.

“Es tan grande la inequidad, que en aras del dinero somos capaces de sacrificar cualquier cosa”, y apunta a que precisamente se construye una ciudad basada en la exclusión. “La idea es: Yo prefiero hacer mi exclusiva torre de departamento para un exclusivísimo nivel que va a excluir a todo aquel que no tenga esa condición”.

Para Solano, otro ejemplo de ciudad excluyente es el tema de la Costanera de Asunción, que no fue pensada para la gente, sino para los autos. “Ahora los desarrolladores inmobiliarios quieren aprovechar eso; y también aparece la ‘sensibilidad’ del Gobierno tratando de ponerles casas a esa gente, pero lejos de Asunción, para poder usar su tierra, que tiene la mejor infraestructura, y forzando nuevamente a que solo importe la posibilidad de sacar beneficios: la dictadura del lucro como única razón. Si seguimos construyendo ciudades así, nuestro destino va a ser terrible”.

El profesional no ve como un fenómeno positivo la manera en que está siendo encarado el nuevo eje corporativo de Asunción, al que considera excluyente

“Quienes trabajan ahí tienen que vivir en otro lado, gastar tiempo y dinero en movilizarse, y no es bien visto que viva en ese lugar ‘premium’ una persona que no tenga el dinero suficiente. El Estado podría encontrar los mecanismos para hacerlo, de la misma manera en que el Estado sale en auxilio de los empresarios para solucionarles sus problemas de cloaca. El Estado debería conseguir dentro de la propuesta privada oportunidades para los que son de distinto signo social, para que tengamos una sociedad más mixta conviviendo y coexistiendo, para ser más fraternos y más solidarios y para que podamos encontrarnos”.

El arquitecto piensa, no obstante, que el futuro no tiene por qué ser tan tenebroso.

“No construimos edificios, construimos sociedad, y construimos oportunidades para que la sociedad viva de una manera mejor. Si el objetivo final de toda construcción es solamente el lucro, lo que estamos haciendo es destruir nuestra capacidad humana”.

Y en tiempos en que la humanidad se percata de lo mal que trató al ambiente y que este nos empieza a pasar la factura, el arquitecto señala: “No basta con tener certificación energética –que en realidad en el mundo entero son documentos de estafa a la sociedad–. Basta con que el entorno de un edificio se perciba, se sienta y se use como amigable, fraterno, produzca sombra, produzca belleza”.

Asunción se merece algo mejor y, alrededor de este deseo, Solano Benítez deja una idea final: “El objetivo no es construir más, ni mover la mayor cantidad de dinero, ni mejorar el cuadro de beneficios y de ganancias. El objetivo es construir una sociedad mejor, si no se busca construir esa sociedad de igualdad estamos perdiendo el tiempo”.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.