PAJU - COREA DEL SUR
Corea del Norte ordenó ayer a los surcoreanos que abandonen el parque industrial conjunto de Kaesong, anunció que se incautará de todo el material y calificó de “declaración de guerra” la decisión de Seúl de cerrar el complejo.
Este anuncio de Pyongyang es la respuesta a la decisión de Corea del Sur de cesar las operaciones en Kaesong, en territorio norcoreano, como represalia al lanzamiento de un cohete de largo alcance el domingo. Al cerrar Kaesong, el Sur ha acabado con el “último” vínculo entre el Norte y el Sur, lo que constituye una “peligrosa declaración de guerra”, según un comunicado del órgano norcoreano “Comité para la Reunificación Pacífica de Corea”.
fin de comunicaciones. El Comité dijo que cerrará Kaesong y lo convertirá en zona militar. También anunció el fin de todas las comunicaciones militares con Corea del Sur y el cierre de un túnel que conecta los dos países a través del pueblo fronterizo de Panmunjom.
Los surcoreanos recibieron la orden de abandonar Kaesong antes de las 5.00 locales y solo podrán recoger sus enseres personales.
Un cierre inevitable. Cientos de camiones surcoreanos atravesaron ayer por la mañana la frontera con el Norte para recuperar material y bienes producidos en el complejo intercoreano de Kaesong. Seúl había calificado de inevitable el cierre de Kaesong, uno de los últimos proyectos conjuntos entre ambas Coreas y presentado en 2004 como el símbolo de la reconciliación.
El Gobierno surcoreano acusó el miércoles a Pyongyang de haber utilizado cientos de millones de dólares de divisas recaudadas en Kaesong para financiar sus programas de armamento.
La zona de Kaesong siempre se ha presentado como una fuente clave de divisas extranjeras para Pyongyang, pero también representa, desde su apertura, una ganga para las empresas surcoreanas, que disponen de una mano de obra norcoreana más barata y cuentan con numerosos beneficios fiscales. Kaesong fue resultado de la “diplomacia del rayo de sol”, conducida por Corea del Sur de 1998 a 2008 para alentar los contactos entre ambos hermanos enemigos, y se mantuvo bastante al margen del conflicto entre ambos.
El subsecretario de Estado norteamericano para Asia, Daniel Russel, estimó que la decisión de Seúl era un indicador de la gravedad de las provocaciones norcoreanas.