ENCARNACIÓN
Continúa sin pausa las extracciones clandestinas dentro de la reserva del Parque San Rafael, en el Departamento de Itapúa, a pesar de los reiterados anuncios realizados desde el Gobierno para combatir la deforestación. Hasta disparos de arma de fuego y ataques a los guardaparques se han registrado.
“Las motosierras se continúan escuchando, los sitios de donde se extrae la madera y en donde se cortan los árboles son siempre”, significó Celia Garayo, gerente operativa de la onenegé Procosara.
En la actualidad solamente 4 guardaparques se encuentran disponibles en el lugar para poder cubrir 73 mil hectáreas de extensión. “Hay que tener en cuenta que en el último episodio le dispararon a los guardaparques, y no se puede continuar de esta manera arriesgando la vida de los compañeros, no tenemos apoyo para poder realizar un simple operativo de fiscalización”, indicó Garayo.
La actividad clandestina para el corte y la sustracción de madera dentro de la reserva no conoce de frenos ni interrupciones. Una verdadera logística se encuentra desplegada en todo su interior, que permite con controles permeables y pocos efectivos, seguir sacando toneladas de madera aserrada con destino a los aserraderos de Encarnación e Itapúa.
PUESTO PERMAMENTE. Mientras tanto un representante de la SEAM (Secretaría del Medio Ambiente) anunció en el día de ayer la apertura de un puesto permanente en la zona de la reserva, en un predio de 500 hectáreas que les fuera donado en el lugar por parte de la organización Guyrá Paraguay. Con ello se lograra mayor presencia efectiva en el lugar.
“En este terreno tendremos nuestra sede administrativa y mantener un cuerpo de guardaparques en el mismo lugar. Existe un problema y no es un problema de responsabilidad exclusivamente de la SEAM, existen los habitantes, asentamientos, comunidades indígenas y los municipios en todo esto”, dijo el funcionario, Darío Mendelburguer.
El anuncio ocurrió en dependencias de la Gobernación de Itapúa, en donde se desarrolló un taller sobre el plan de acción nacional sobre biodiversidad. En la oportunidad el funcionario estatal opinó que debería de definirse cuál ha de ser la categorización de la reserva San Rafael, en cuyo interior habitan y activan asentamientos indígenas, campesinos, propietarios de extensos terrenos que nunca han sido indemnizados para poder ocupar sus tierras.
Explicó que existen varias categorías de parque como la de recursos manejados. Aceptó que los índices existentes de extracción de madera de la reserva son altos y de fuerte impacto, por lo cual se necesita de revisiones.