18 abr. 2024

No se apuró y logró el triunfo

La jerarquía y la genialidad de Julián Benítez salvaron el espectáculo. Guaraní ganó un partido que se le complicó mucho, pese a jugar con un hombre más, desde la primera parte. Racing se cuidó bien atrás. Aprendió la lección del primer partido. Esta situación hizo que el encuentro se tornase complicado para el Legendario, que tuvo la posesión del balón, mas esa diferencia no la pudo plasmar en el marcador.

Bien custodiado.  Milito  salta en medio de los zagueros Juan Patiño (i) y Julio Cáceres (d).

Bien custodiado. Milito salta en medio de los zagueros Juan Patiño (i) y Julio Cáceres (d).

Cuando Racing mostró solvencia atrás, Benítez trasladó un balón del sector izquierdo al derecho y encontró un pequeño hueco para enviar el derechazo. El balón se metió a la derecha del portero Sebastián Saja, quien, pese a estirarse, no pudo evitar la caída de su valla.

Guaraní ahora deberá, el jueves de la próxima semana, defender la mínima diferencia que tiene en el estadio de Avellaneda, en Buenos Aires.

Lo que todos pretendieron era ganar por un marcador más abultado para encarar con mayor tranquilidad la revancha, pero no se pudo y el Aurinegro tiene un difícil trabajo en la Argentina, en busca de su pasaporte para las semifinales de la Libertadores.

El trabajo de Federico Santander, nuevamente, sobresalió durante el desarrollo del juego, solo que en esta ocasión el delantero estuvo rodeado de tres futbolistas de Racing, y muy poco pudo hacer, porque cuando se daba la vuelta ya se encontraba, cara a cara, con los adversarios. Marcelo Palau fue el que tuvo la mejor chance y su cabezazo salió desviado, y así se perdió la posibilidad de abrir el marcador.

El trabajo colectivo que desplegó Guaraní es digno de destacar, porque derrotó a un equipo sólido y que en ningún momento se desordenó.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.