18 abr. 2024

“No queremos dejar la responsabilidad

A Roberto Zamora (RZ), presidente del Grupo Lafise, y a María Josefina Terán (MJT), presidenta de la fundación que lleva el apellido de ambos, no solo les une el lazo matrimonial, sino la pasión por hacer que la tecnología llegue a las escuelas pobres. Hace ocho años se embarcaron en la aventura de distribuir las laptops XO en Nicaragua, en el marco del programa global Una computadora por niño. Lo curioso es que lo hicieron mediante el resistido modelo de la alianza público-privada, trabajando con el Gobierno y con más de 450 empresas donantes. Ya llegaron a 269 escuelas, capacitaron a 2.066 docentes y cuentan con más de 7.000 voluntarios.

Impulso.   Ambos hallaron el beneficio de  incluir a las empresas en la distribución   de  laptops.

Impulso. Ambos hallaron el beneficio de incluir a las empresas en la distribución de laptops.

Durante su estadía en la capital firmaron un convenio con Paraguay Educa, la fundación que desde el 2008 lidera la implementación de las laptops educativas en el país.

–¿Cómo llevan adelante el proyecto en su región?

–MJT: La Fundación Zamora Terán implementa el programa educativo Una computadora por niño desde el 2009. Estamos trabajando en la región centroamericana, comenzamos haciendo una alianza público-privada donde no queremos dejar la responsabilidad de la educación solamente a los gobiernos, sino nosotros como empresa privada comprometernos y tratar de hacer esa transformación educativa en los niños y verdaderamente prepararlos para las demandas del siglo XXI. Implementando este programa nos hemos convertido en un país referente, ya que ha sido implementado con la empresa privada.

–¿En qué consiste el convenio con Paraguay Educa?

MJT: Conocimos a Paraguay Educa, Santiago (Llano) nos visitó en Nicaragua hace ya varios años y ahora acabamos de formalizar una relación que hemos establecido; nosotros estamos compartiendo esas buenas prácticas que tiene Paraguay Educa y nos enorgullece saber que Paraguay tiene organizaciones civiles que comparten esa misma pasión por querer ayudar y aportar. Esto sería prácticamente el formalizar; el poder nosotros como fundación compartir esas buenas prácticas: qué estamos haciendo nosotros para poder capacitar a los docentes; qué hacemos en el área técnica, cómo logramos la conectividad en las escuelas; la medición de impacto que es tan importante; el área de voluntariado y el poder mostrar resultados. Para nosotros, poder involucrar a las empresas privadas, una de las cosas que le decimos a Paraguay Educa es mostrar resultados. Este convenio es formalizar y estrechar esa relación que ya tenemos; estar mucho más en contacto, poder compartir ese software educativo que estamos desarrollando y compartírselo a Paraguay y decirles que aquí estamos para apoyarnos mutuamente.

–Dieron una charla sobre Cómo puede el sector privado liderar las transformaciones sociales. Permítame reformularla, ¿por qué el sector privado tiene que liderar estos cambios?

–MJT: Es importantísimo que el sector privado se involucre: uno porque no siempre los gobiernos tienen todos los recursos para poder llegar a alcanzar esos niveles de educación que queremos para que estos niños estén verdaderamente preparados ante las demandas del siglo XXI. Es importante que las empresas privadas se involucren, definan y escojan el área de influencia donde ellos se desarrollan. Por eso es importante darle reconocimiento a las empresas para que las comunidades las reconozcan y sea ganar-ganar para las empresas también. Son esenciales y vitales para poder hacer esa transformación educativa y tecnológica que queremos realizar en nuestros países.

–RZ: Como sector privado, si tenemos la bendición de poder hacer negocios es muy importante reconocer y ver que nuestra participación en la parte social puede llegar a cerrar esas brechas digitales, esas brechas de conocimiento y mejorar el estándar de vida de la gente. Por qué solo vamos a hacer negocios, si podemos también hacer trabajo social.

–Con eso se ahorra en inversión publicitaria…

–RZ: Así es.

–MJT: Toda esa niñez y los jóvenes, al estar capacitados, van a ser tus futuros clientes. En una empresa, si lo ves desde ese punto de vista, ellos van a ser tus consumidores el día de mañana.

–¿Cómo hacen para que las empresas se involucren?

–MJT: Son dos cosas. Una es reconocerles, empoderarles en el proyecto; darles el reconocimiento en los medios de comunicación en sus áreas de influencia y mostrar resultados: que verdaderamente vean que lo que estamos haciendo no es un gasto, es una inversión. Vamos a tener países más sanos, países más desarrollados, vamos a reducir los niveles de pobreza, vamos a tener países más seguros y vamos a heredar un mejor país para nuestros hijos y nietos.

–¿Cuáles son esas buenas prácticas de las que habla?

–MJT: Hemos desarrollado un proyecto educativo. Una de las luchas ha sido que no se nos perciba como donantes de computadoras. La computadora es un medio, pero lo más importante es el poder capacitar a los docentes, hacer esos cambios de paradigmas de aquel docente que tiene veinte y pico de años de estar en una escuela y no sabe cómo usar la tecnología y que siente que está mayor y que no va a poder hacerlo. Y buscamos que venzan ese miedo y que vean que esta herramienta educativa es el mejor apoyo que van a tener dentro de sus aulas, incorporando el currículum del Ministerio de Educación. El poder medir impacto, el poder hacer esa línea de base y mostrar el antes, el durante y el después de cual es la transformación que se va dando en las escuelas. Y también poder empoderar a las comunidades; que esto se convierta en proyecto de nación.

–Por lo que veo el concepto es una donación continua, ¿cómo hacen para involucrar a tantos donantes?

–MJT: Uno, creo que ha sido importante, dar nosotros primero el ejemplo. No puedes pedir a otros que hagan lo que no estás haciendo. Dos, el poder mostrar resultados; a medida que vamos avanzando y mostramos resultados ha sido importante y, tres, el superreconocer al donante: en cada entrega, en cada máquina, en cada escuela. Y hacemos nosotros los rótulos, ponemos en la escuela ha sido donada por la empresa tal. El donante escoge su área de influencia, muchas veces son los hijos de sus propios colaboradores que están en esa escuela.

–RZ: La parte importante es que nosotros estamos poniendo nuestra plata. Esa es la parte medular, entonces podés hablar con propiedad con cualquier otra empresa, de que se unan a esta causa que ya la ven, ya la tocan. No funciona cuando te pido que me des, pero yo no estoy poniendo, nada más estoy coordinando.

–MJT: Un incentivo para la donación puede pasar por la exención tributaria para las empresas. En Nicaragua se reconoce el 10% de lo que la empresa dona. Eso el Gobierno te lo reconoce. ¿Por qué en Estados Unidos o en Europa hay tantas donaciones?, porque los gobiernos tienen esa deducción de impuestos. Si el Gobierno pudiera hacer eso en Paraguay, sería extraordinario.