18 mar. 2024

No esperar que se destruyan valiosos edificios para actuar

Las edificaciones de valor histórico, arquitectónico, urbanístico o artístico descuidadas y a punto de caerse constituyen un peligro latente en el microcentro y otros sectores de Asunción. Además de la pérdida patrimonial, su derrumbe puede ocasionar pérdidas de vidas humanas y perjuicio a los bienes materiales de las personas. Es necesario, por lo tanto, que la Municipalidad de Asunción, en salvaguarda de los intereses colectivos, tome las medidas necesarias para urgir a los propietarios -actuando de acuerdo con las normas que rigen en materia de conservación del patrimonio que tienen en custodia– a buscar soluciones sustentables para evitar que las construcciones se desplomen.

Una actitud muy repetida en la cultura paraguaya es que los ciudadanos eleven su grito al cielo únicamente luego de que se presenten situaciones extremas y se consumen desgracias irreparables. Y que solo como consecuencia de ello las autoridades tomen medidas que corresponden. La estrategia de la prevención, en muchos casos, es ignorada no porque haya ausencia de normativas o protocolos de actuación, sino por la irresponsabilidad de aquellos que en el momento oportuno tuvieron que haber tomado las decisiones.

Es lo que se está observando en el microcentro y otros sectores de Asunción, con los edificios que constituyen un patrimonio cultural y, sin embargo –por descuidos que se manifiestan en rajaduras, sostenes puestos a las apuradas, maleza que invade sus espacios, pinturas en mal estado, invasión de termitas y otras formas de expresión de abandono–, están a punto de desplomarse.

A pesar de la existencia de normas en ordenanzas municipales que indican cómo actuar ante la situación de deterioro de los inmuebles, no se están tomando las medidas adecuadas para evitar que progrese el mal estado de las edificaciones y para que se les aplique en tiempo y forma los remedios requeridos para que continúen en pie sin convertirse en una amenaza para las personas.

La Ordenanza 28/96 “De protección al patrimonio urbanístico, arquitectónico, histórico y artístico”, con sus modificaciones, es la que establece las reglas del juego. En virtud de ese instrumento legal se ha elaborado un catálogo de sitios urbanos que representa visualmente la memoria ciudadana en el tiempo y que, como tales, tienen que ser preservados. Por lo tanto, si las casas antiguas se derrumban no solo podrían matar a los infortunados que se encuentren a su alcance, sino que también se van a perder testigos valiosos de la historia de nuestro país. Por todo ello, se justifica plenamente que un concejal haya presentado ante la Junta Municipal una minuta para que el ejecutivo comunal tome cartas en el asunto a través de la Oficina del Centro Histórico y el Consejo Asesor del Patrimonio Urbano-Ambiental, Histórico, Artístico, Arquitectónico y Urbanístico.

A la par de tomar recaudos para que las edificaciones no se vengan abajo y se mejore el aspecto general de las mismas, considerando que reflejan una imagen de Asunción para propios y extraños, es necesario que la Municipalidad de Asunción y la Secretaría de Cultura planteen en serio incentivos fiscales y privilegios que no riñan con el ordenamiento jurídico para que los dueños de sitios de valor cultural se sientan motivados a conservar en buen estado su patrimonio, que es también el de todos.

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