20 abr. 2024

No ceder en Yacyretá

Generación milenio

Mucha agua corrió por la represa, muchas informaciones y críticas surgieron, desde que se iniciaron las reuniones (en junio pasado) entre los equipos negociadores de Paraguay y Argentina que buscan una salida al complejo tema llamado Yacyretá.

La última información, y de muy buena fuente, es que ya habría un principio de acuerdo entre los países con relación a la deuda que mantiene la binacional con el Tesoro argentino. Paraguay reconocería los aportes de USD 6.300 millones que hizo el vecino país para la edificación de la hidroeléctrica, y las autoridades argentinas cederán en sus pretensiones de querer cobrar los mal aplicados intereses por USD 12.000 millones. Argentina haría este enorme sacrificio a cambio de que el Gobierno paraguayo ablande su férrea postura y permita impulsar las obras de Añá Cuá y Corpus Christi (que no figuran en el Tratado de Yacyretá), dado que tiene una necesidad energética muy grande, que en los próximos años puede llegar a la desesperación.

Pareceré muy nacionalista o poco diplomático, pero sinceramente creo que este es un gran negocio solo para Argentina, no para nuestro país. El acuerdo equivale a que Paraguay olvide los diversos atropellos que recibió antes, durante y después de la construcción de la binacional. Poco ya importa si las autoridades paraguayas tuvieron actitudes genuflexas y también aceptaron las irregularidades en el pasado. Espero que este preacuerdo quede solo en el trascendido.

PRESENTE. El tiempo de negociar es hoy. Ahora se llama a cumplir con el artículo IX del Anexo C del Tratado, el cual establece la revisión de las bases financieras y claramente señala que se analizará el grado de amortización de las deudas contraídas por la hidroeléctrica para la construcción, y la relación entre las potencias contratadas por las entidades de ambos países (ANDE y Ebisa). Potencias contratadas que, de 1994 a 2014, solo favorecieron a Argentina, ya que el 95% de la energía generada fue al país vecino, mientras que Paraguay retiró el 5%. Además, la empresa Ebisa solo pagó poco más del 10% de todo lo que la EBY le facturó, puesto que más del 80% abonó con notas de crédito, es decir, con papeles. En otras palabras, tiene una deuda de casi USD 8.000 millones. Y si al dinero no efectivizado (no pagado) se le aplican intereses por mora, el pasivo de Ebisa sería muy superior.

Este nuevo dato lo aportó la Cámara de Senadores y debe ser tomado en cuenta por la delegación negociadora de Horacio Cartes. La Cancillería anunció que la próxima semana se retomarán las negociaciones en Buenos Aires y veremos qué tan firme es la postura de nuestro Gobierno. No es el momento de ceder. El país vecino tiene sus urgencias, por sus crisis energéticas y por las elecciones presidenciales que se aproximan. Paraguay debe saber jugar sus cartas y obtener sus reivindicaciones.