Con el casco, la chaqueta amarilla y tanques de oxígeno en la espalda, cientos de niños y niñas conocieron de cerca el trabajo que realizan a diario los bomberos durante una edición de Bomberos x 1 Día, el tradicional homenaje que hace el Cuerpo de Bomberos del Paraguay (CBVP) a los más pequeños por el Día del Niño.
La música, el show en vivo de muñecos gigantes bailando, globos y el paseo de zancos entre la multitud fueron algunas de las entretenidas propuestas que se complementaron con algunas clases básicas de prevención y entrenamiento.
De esta manera, los niños de todas las edades pasaron un domingo diferente en compañía de la familia. El encuentro con los amarillos se realizó en el autódromo Rubén Dumot (ex Aratirí), hasta donde llegaron para hacer de bomberos niños de distintos puntos del país.
Juan José López (9) vino desde Luque con un grupo de amigos. Fue la primera vez que participó de Bomberos x 1 Día. Él resaltó el aumento de adrenalina que le produjo la práctica del descenso para los rescates. De esta manera, los chicos aprendieron con didácticas el trabajo que hacen los uniformados amarillos.
La 2ª compañía de Trinidad presentó un circuito sobre primeros auxilios básico dirigido a los más pequeños con juegos y pinturas. Unas botellas descartables y un pedazo de plástico pintados de negro y amarillo hicieron de tanque de oxígeno con los que la 3ª Compañía de Sajonia hizo practicar a los niños en la Academia de Bomberos.
Aprendizaje. Luis Valenzuela, del CVBP, destacó que este agasajo que se les ofrece a los niños y niñas por su día es muy importante, porque todos aprenden a cómo reaccionar ante cualquier accidente. En las diferentes compañías, los voluntarios comentan anécdotas de chicos que pudieron actuar ante una situación difícil en la escuela implementando lo que aprendió siendo bombero por un día.
La presencia de los camiones hidrantes, de la gran cantidad de voluntarios y de cadetes de distintas compañías del país, sumando las muchas maquetas alegóricas a la tarea de salvar vidas, hicieron inolvidable la jornada. De esta manera, el autódromo Dumot se convirtió en un mundo de inspiración para quienes quieran convertirse en bomberos.