Primero fue una bomba casera y un tiroteo lo que ocasionó la conmoción del pueblo afgano, hasta que en la tarde del martes, siete niños resultaron víctimas fatales de una manera distinta.
Los niños encontraron un cohete que había quedado en la calle, comenzaron a jugar con la cabeza del artefacto, que envolvieron con un trozo de tela, informó el portal CNN.
La lanzaban de un lado para otro cuando sin más explotó y ocasionó la muerte directa de quienes la manipulaban, cuyas edades rondaban entre los 10 y los 14 años. Otros dos menores resultaron con heridas graves.
En otro lugar de Kabul, tres personas murieron cuando una bomba casera hecha en una olla a presión se detonó cerca de una rotonda, afirmó el vocero del Ministerio de Interior, Sediq Sediqqi.
Por el momento no se conoce quién está detrás del tiroteo o de la explosión de la bomba.
La violencia ha plagado a Afganistán por años, enfrentando al Gobierno y a sus aliados contra el talibán, el grupo extremista que dirigía el país antes de los ataques dirigidos por los Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, culminó el informe.