“Una médica le dijo que haga eso; yo me fui con él. Le mandaron que tenía que prender en el suelo el diario y quemarle la cola, para que no haga más sus necesidades en la cama. Dos veces le hizo eso”, relataba la madre del pequeño de tres años que sufrió quemaduras en Limpio, por parte de su padrastro.
Con el ánimo caído y todavía con miedo, la joven madre concedió una entrevista a ÚH; su imagen e identidad se obviarán en esta crónica.
Tiene 21 años, pero su aspecto es el de una adolescente. Con voz aniñada habla sin dejar de soltar a su hijo, que se aferra a su regazo, mientras ella cuenta que también era víctima de violencia por parte de su pareja, pero nunca se atrevió a denunciar.
“A mí me suele pegar, por defender a mi hijo; a él no le podía ver. Cuando salíamos a reciclar por la calle, yo llevaba a mi hijo conmigo y él le pegaba para que camine más rápido. Siempre nos peleábamos por eso”, seguía relatando la mujer, sentada en un sillón ubicado en el quincho de la fundación Martín Cabrera, de Limpio, donde está alojada junto a sus hijos desde el domingo.
Agregó además que en reiteradas ocasiones, intentó hacer la denuncia policial, pero le dijeron que no podía realizar el trámite por carecer de cédula de identidad.
El pequeño que sufrió quemaduras de primer grado en ambos muslos, en los testículos y en el rostro, tampoco tiene cédula de identidad y tampoco fue reconocido por su padre biológico, que es oriundo de Caraguatay, al igual que su madre.
El padrastro, según reveló su pareja, es analfabeto. La mujer, por su parte, pudo acabar el sexto grado en su natal Caraguatay, pero tampoco aprendió a leer, según reconoció.
Evelyn Paniagua, sicóloga de la Consejería Municipal de la Niñez y la Adolescencia (Codeni), de Limpio, reveló que el niño vivía en condiciones precarias en un asentamiento de Limpio, donde compartían una pequeña casa más de 30 personas.
El hombre que quemó a la criatura vivía junto a su pareja en la casa de su madre, que a su vez estaba embarazada de su 15º hijo.
La casa también es compartida por la abuela del victimario y otros familiares.
A la cárcel. Luego de comparecer en la Fiscalía, el sindicado de quemar a su hijastro acudió ante la jueza Elsa Idoyaga, que dispuso que el mismo sea trasladado a la penitenciaría de Emboscada para cumplir con la prisión preventiva para afrontar dos procesos. Uno de ellos por violencia familiar y otro por maltrato a menores.
El hombre se presentó también ayer para su declaración ante el agente del Ministerio Público, pero se abstuvo de declarar.
La jueza Idoyaga explicó que dispuso la prisión debido a la imputación por violencia familiar, que fue elevada a crimen y que no contempla medidas alternativas a la prisión.
El pequeño de 3 años y su madre reciben la ayuda de la ciudadanía, que ya donó ropas y juguetes, según revelaron desde la Codeni de Limpio. Sin embargo, la joven madre sigue apelando a la solidaridad de las personas que les quieran acercar ropas y alimentos. Los que deseen realizar donaciones pueden comunicarse al teléfono (021) 783-774.