Esto ante la denuncia que realizó Sergio Bielmann, el papá de la niña de 10 años . El sacerdote explicó que el 23 de noviembre se acercaron junto a él en la parroquia Virgen de los Remedios los padres, explicándole que su hija y ellos no pudieron participar regularmente en los cursillos de catequesis porque a la esposa se le diagnosticó un cáncer.
El cura señala que habló con los catequistas y se constató que la niña tenía muchas ausencias. “Le llamé al padre de la niña y le indiqué de las reiteradas ausencias y del porqué no se han acercado antes a los catequistas o a la coordinadora de catequesis para ponerlos al tanto”.
El padre dijo que se obviarían las ausencias y que la niña tendría que responder preguntas básicas sobre la eucaristía y sobre Jesús, pero la pequeña no supo responder. Le explicó que la niña no tenía conciencia de lo que iba a recibir y que los padres parecían comprender.
Igualmente, el cura decidió practicar la misericordia y ayudarle en su catequesis. “El sábado a las 8.00 me presenté para la confesión y la niña no asistió, tampoco al día siguiente para la misa de primera comunión. Nunca le hemos discriminado y excluido, fueron ellos los que no se acercaron más”, dijo.