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Una liviana comedia familiar, con una Nicole Kidman de malvada, es la clave de Paddington, un clásico de la literatura infantil del Reino Unido que ahora llega en su versión para la pantalla grande. Recordándonos mucho a Stuart Little, por ser una aventura familiar, Paddington también está cercano al Garfield cinematográfico por la alta dosis de humor británico. Los efectos utilizados son los mismos que los dos antecedentes citados, aunque ahora, como era de esperarse, mucho más sofisticados.
Un pequeño oso que esté perdido en Londres proveniente de Perú es un dato menor, luego de ver cómo puede hablar con cualquier ser humano sin ningún problema. El osezno aporta dosis de ternura y sus enredos y confusiones son el condimento principal de la comedia, aunque los actores humanos también hacen lo suyo, lo que no es fácil en estos casos en que el protagonista es agregado luego digitalmente.
Sin embargo, no es una comedia para la carcajada sino más bien para alguna que otra risa ocasional. El doblaje al español le saca un condimento importante que es el acento británico de los protagonistas, por lo que perdemos un elemento esencial del humor para los que pueden apreciarlo. El que pone la voz de Paddington es el mismo de Winnie Pooh, otro oso conocido de los niños.
La historia es de las típicas para ver en familia en estas fiestas. Es ideal para los más pequeños, aunque los más grandes que admiran a la Kidman pueden verla en uno de sus papeles más raros haciendo de villana. Grandes estrellas del cine británico tienen papeles cortos o largos, lo que le da un agregado de calidad más.