ASTANÁ-KAZAJISTÁN
El primer día de las negociaciones de paz en Siria entre emisarios del presidente Bashar al Asad y los rebeldes, que se llevan a cabo en Astaná, terminó anoche sin avances.
Estas conversaciones se producen en un nuevo contexto en Siria en los últimos meses, tras la decisiva intervención militar rusa en apoyo del régimen y la progresiva pérdida de influencia de Washington.
Al término de la primera jornada de negociaciones, representantes de ambas delegaciones anunciaron que las discusiones del día habían finalizado. “Las reuniones de nuestra delegación terminaron”, declaró una fuente cercana a los negociadores del régimen. Un portavoz de los rebeldes, Yehya al Aridi, lo reiteró por su parte. “No hay más reuniones hoy (por ayer lunes) pero los dos bandos trabajan sobre temas relacionados con el refuerzo del alto el fuego”, instaurado el 30 de diciembre, afirmó Al Aridi.
largas y productivas. La delegación rebelde mantuvo conversaciones con los turcos, que los apoyan en el conflicto, pero también con los rusos, aliados del régimen de Damasco, y con la ONU. Estas reuniones fueron largas y productivas, señaló Al Aridi, agregando que se debatió en profundidad sobre los problemas políticos en Siria con el enviado de Moscú. Las negociaciones había empezado a media mañana en el hotel Rixos de Astaná. Los rebeldes decidieron en el último minuto no hablar directamente con los representantes del régimen, a pesar de que para la ceremonia de apertura se encontraban todos alrededor de una gran mesa. Los encuentros que tendrán lugar hoy martes también se harán a través de una mediación, añadió Al Aridi. “Para que se alcance un alto el fuego, para que el baño de sangre cese, para que las tropas extranjeras y las milicias abandonen la tierra siria (...) haremos todo lo necesario, puede hacerse”, estimó.
Estas negociaciones son las primeras entre Damasco y los jefes rebeldes con varios miles de combatientes bajo sus órdenes y con control efectivo de territorio sirio.