Juan José Brull
ÑEEMBUCÚ
Las consecuencias de las intensas lluvias pasadas aún son visibles en el Departamento de Ñeembucú y en varias de sus localidades, ya que aún pueden verse puentes caídos, tomados por las aguas, caminos inundados y cultivos destruidos.
Para los lugareños, trasladarse de un punto a otro de la ciudad o salir del departamento es toda una odisea, y lo deben hacer con mucho ingenio. Incluso los estudiantes se las arreglan a diario para llegar a sus instituciones.
El ingreso de una nueva ola de frío en la zona, sin lluvia, posibilita la realización de los trabajos viales, para intentar restaurar en parte los tramos, que aún están intransitables.
Según el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, unos 560 kilómetros de caminos vecinales se dañaron. La intención es realizar reparaciones provisorias, mientras se aguarda que las aguas bajen para proyectar soluciones definitivas.
Uno de los pedidos unánimes de los intendentes del duodécimo departamento al MOPC, es “el estudio de toda la cuenca hídrica del departamento”.
El ministro Jiménez Gaona prometió dar curso a esta petición, señalando que se contratarán los servicios de los mejores técnicos nacionales y extranjeros para el estudio. Igualmente, el reclamo se centra en la ruta 4, que todos ven como una gran represa, por la falta de puentes.
Costanera. El MOPC y la Entidad Binacional Yacyretá prometieron trabajar de manera conjunta para construir un muro de contención en Pilar, como una costanera, que permita el desarrollo de la ciudad y evite las inundaciones, según Jiménez Gaona.
El secretario de Estado indicó que se apunta a una obra que signifique una solución definitiva para la ciudad, no solo una defensa costera, sino de una avenida costanera que contribuya al desarrollo y la seguridad definitiva de Pilar.
El proyecto prevé plantas de tratamientos de afluentes, red de alcantarillados sanitarios y otras incorporaciones.
La inversión rondará los 90 millones de dólares y toda la ciudadanía espera que se concrete este proyecto, ya que sería la única manera del fin del sufrimiento para toda la población de la capital del duodécimo Departamento de Ñeembucú, según los mismos pobladores, quienes aseguran que brindará además un despegue económico importante a la ciudad.
Normalidad. Con el buen tiempo reinante en las últimas semanas, las actividades en escuelas y colegios de Ñeembucú se normalizaron lentamente y los alumnos retomaron las clases. Incluso el MEC preparó cuadernillos especiales para la zona.
Cabe recordar que a raíz de las intensas lluvias las labores se paralizaron, varios centros educativos se inundaron, situación que obligó a la suspensión de dictar clases atendiendo la seguridad de los niños.