PILAR
En los distritos de Guazú Cuá y Tacuaras, en el Departamento de Ñeembucú, el panorama se agudiza con el correr de los días. La mayoría de los campos están inundados. De seguir el clima lluvioso, se perdería gran porcentaje de la cosecha agrícola y habrá mortandad de animales. Miles de hectáreas continúan bajo agua, si bien el buen tiempo es un aliciente, el nivel del agua continúa alto.
La ganadería es el otro sector que también está amenazado seriamente por la crisis. Las pérdidas se verán cuando bajen las aguas, por la mortandad de animales y las enfermedades que padece el ganado producto de las inundaciones. “Los productores están sacando animales a las zonas más altas, a las banquinas y bordes de los caminos”, dijo Javier Rolón.
El productor manifestó que es preocupante la situación. El distrito de Guazu Cua se encuentra totalmente aislado, en la compañía Montuoso Costa, el panorama se agrava. Rolón indicó que los vecinos se unen para sacar los animales buscando sitios más altos. Es desalentador ver cómo está el campo.
En esa zona cayeron 500 milímetros en este mes. El local escolar de Montuoso Costa se encuentra totalmente rodeado de agua. Mientras que lo que se sembró ya se perdió por el exceso de agua. Todos los caminos vecinales y rutas del duodécimo departamento se encuentran intransitables.
La llegada de mucha lluvia dejó muchos campos inundados y disparó la señal de alarma del sector rural, que siguen con preocupación la paralización de las actividades. “Estamos muy preocupados”, reconoció Rolón. “No es solo una lluvia, son muchos días de temporal, y para la gente es una cuestión muy difícil de enfrentar”, apuntó.