Con estos antecedentes para muchos paraguayos y paraguayas las próximas elecciones se presentan como la gran reventa del Paraguay.
Y los cinco años de la próxima legislatura servirían como el tiempo para planificar y para llevar a la práctica los largos contratos y deudas que nos van a atar para más allá del 2040.
Los ciudadanos que se van dando cuenta de esto ya van sufriendo esta desgracia, manifestada en hartura y el sentimiento de carecer de porvenir.
Y exigen un corte, una cirugía mayor, para tener el Paraguay la oportunidad de organizar el futuro desde una Carta Magna, después de la cual se convoque a elecciones.
Por supuesto que, para las cúpulas corruptas de los dos partidos, con los 300.000 millones que tienen para las elecciones de ahora apoyadas parcialmente por un TSJE vendido; todo esto es un absurdo, prohibido de realización.
No escribo para ellos porque es una pérdida de tiempo. Sí escribo para los y las patriotas que comienzan a decir que “esta es la hora” de radicalmente comenzar con un corte el “nuevo Paraguay”.
Corte que sería la obra de un pueblo suficientemente organizado. Corte que públicamente lo empujen las manifestaciones, los paros de una mayoría que afirmará “¡Basta!”
Corte que naciera como respuesta a los actos de represión, impunidad y corrupción que vemos todos los días. Bastaría uno solo. Son semillas que, si las asume como suyas el pueblo, necesariamente dan frutos.
¿Qué significa todo lo que acabo de decir? Que el tiempo corre y que la salida más radical y eficaz, no desdeño otras, sería hacer como patriotas “una cirugía mayor”.