Por Andrés Colmán Gutiérrez
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En el departamento de Amambay, la palabra política está inevitablemente asociada a la criminalidad y a la violencia.
Dos recientes crímenes de destacados dirigentes sirven de ejemplo. El abogado Faustino Villaalta, presidente de la seccional colorada de Pedro Juan Caballero, fue asesinado en la noche del 23 de octubre de 2006 por un sicario que le disparó varios tiros en el portón de su casa, en pleno centro de la capital departamental.
El abogado era uno de los principales caudillos del oficialismo nicanorista, heredero de la tradición del poder colorado en Amambay, que desde la dictadura stronista la ejerció principalmente el ex senador Paulino Mendoza Espínola, acaudalado ganadero y empresario que amasó su fortuna con negocios de frontera, hoy ya retirado de cargos políticos, pero aún con mucha influencia en el sector.
Villaalta era conocido, además, como el abogado favorito de grandes capos fronterizos vinculados al narcotráfico, desde el extinto zar de la marihuana en Capitán Bado, Ramón Morel, hasta el prófugo Luis Carlos da Rocha, alias “Cabeza Branca”.
Uno de los hijos de Faustino, el joven Cristian Adilson Villaalta, había sido arrestado en junio de 2006 en el aeropuerto de Bella Vista Norte, junto a una avioneta que transportaba 195 kilos de cocaína.
La noche en que fue asesinado, Faustino regresaba de una reunión política en apoyo al candidato colorado a la intendencia municipal Julio “Kapelú” Benítez, quien perdió las elecciones de noviembre, derrotado por el liberal José Carlos Acevedo, hermano del gobernador de Amambay, Roberto Acevedo. Llamativamente, “Kapelú” Benítez también acabó asesinado la noche del 7 de diciembre de 2006 por un sicario que ingresó a su casa y le disparó 14 balazos.
CAMBIOS. Durante la dictadura stronista, el gran “padrino” en Amambay fue el empresario fronterizo Fadh Yamil Georges (ver recuadro), a quien se sometía la mayoría de los políticos.
El bárbaro asesinato del periodista Santiago Leguizamón, director de Radio Mburucuyá, el 26 de abril de 1991, lo marcó a fuego. Aunque el crimen continúa impune, las principales acusaciones apuntaron contra su hijo Daniel Álvarez Georges y su sobrino Luis Henrique “Tulú” Rodríguez Georges. La presión mediática y ciudadana fue muy fuerte, y Yamil fue perdiendo cada vez más su poder, mientras otros capos le disputaban territorio.
La ANR pierde
protagonismo
“Kapelú” Benítez
Los asesinatos de Faustino Villaalta y Julio “Kapelú” Benítez, dos populares caudillos colorados en el Amambay, agravan aún más la crisis de liderazgo que viene sufriendo la ANR en la región, desde que el recordado dirigente liberal Filemón Valdez les arrebatara la intendencia municipal en 1991. Hoy, la Gobernación está en manos del liberal Roberto Acevedo y la Intendencia fue arrebatada por su hermano, José Carlos Acevedo. Por el momento, la principal figura colorada (opositora en el departamento) es el diputado Héctor González Pana (ver recuadro).
El “padrino” perdido en las sombras
Fadh Yamil Georges, más conocido como “El turco”, fue el amo absoluto del Amambay durante los años 70 y 80, hasta que se produjo el asesinato del periodista Santiago Leguizamón, en 1991, crimen por el cual se acusa a su entorno familiar.
Vinculado al negocio fronterizo de cigarrillos, bebidas, electrónicos, hotelería, producción sojera y drogas, Fadh Yamil desapareció de escena en los últimos años, cuando el juez brasileño Odilón de Oliveira dictó en su contra una orden de 20 años y 3 meses de cárcel, por tráfico de drogas, lavado de dinero, formación de gavilla, entre otros delitos. Su rostro aparece en los carteles de “buscados” que distribuye la Secretaría Antidrogas (Senad).
Ahora, el Tribunal Federal brasileño levantó la orden de detención, con lo cual Yamil podría volver a aparecer libremente.
El principal opositor colorado
Héctor González Pana, diputado por Amambay, es actualmente la figura más influyente del Partido Colorado, que regionalmente cumple un rol opositor, ya que la Gobernación y la Intendencia de Pedro Juan están en manos liberales.
El legislador es el principal adversario político del gobernador Roberto Acevedo, a quien acusa de haberse hecho rico en sociedad con “el turco” Fadh Yamil.
González Pana también fue colaborador y socio de Yamil en Caprosa, organismo que monopolizaba el negocio de la soja, a través de la triangulación fronteriza. Además, fue copropietario de la estación de servicios Futurista, del Grupo Universal, junto con los Yamil y la familia del actual gobernador Acevedo.
Uno de sus protegidos, el jefe local de la Dinatrán, Luis Marc, fue detenido el jueves en Pedro Juan, tras recibir una coima de 700 dólares.