Carlos Alejandro Lanzarín Matarelo (30) sería el responsable de montar el negocio y trabajar directamente con Heitor Antonio Machado (40), brasileño, piloto de la aeronave, además de responsable de la logística en Paraguay. La alianza entre ambos es de aproximadamente un año, revela la Senad.
Los mismos serían los responsables directos dentro de la estructura trasnacional cuyos miembros aún no fueron identificados en su totalidad.
En lo que respecta a la droga que fue traída a nuestro país el pasado viernes y debía ser trasladada ayer, es de alta pureza, aseguraron. El logo del delfín impregnado en los panes confirman que la procedencia es peruana. De hecho, la mercancía fue traída de la frontera entre dicho país y Bolivia.
DESTINO FINAL. Luego de pasar por ambos territorios, arribaron a Paraguay y posteriormente debían enviarlos a la Argentina y finalmente a Turquía, según fuentes de la investigación.
Los investigadores no encontraron alguna actividad lícita de la supuesta empresa sojera. Señalaron que todo ese tiempo (un año) tuvieron tiempo para preparar la pista clandestina, buscar personal y contacto en los citados países.
INVERSIÓN. Para montar esta estructura, supuestamente, invirtieron USD 1 millón. Agentes especiales y del Ministerio Público señalan que políticos de Canindeyú estarían encubriendo el negocio.
Los otros detenidos fueron Benigno Giménez Ruiz Díaz (23), copiloto de Machado; Cleber de Alencar Rosendo (36), brasileño, quien estaba como encargado de la narcopista y recibir la droga, incluso recibió USD 80.000 como adelanto, según datos. También fueron detenidos Lisandro Quiñónez Martínez (22) y Jilene Dos Santos Macedo (21). Del grupo mencionado, aparte de los dos brasileños, el resto son paraguayos.
Se incautó de la organización equipos de comunicación, la avioneta boliviana que tenía la matrícula adulterada y 4 camionetas de la supuesta empresa. El valor de la droga, en Paraguay, oscila los 3 millones de dólares americanos, estima la Senad.