La acusación contra Victorino Gómez fue presentada por el agente fiscal de la Unidad Especializada de Narcotráfico, Ysaac Ferreira.
Según los antecedentes del caso, el 17 de marzo de 2011, el ahora condenado, oriundo de Capitán Bado, Amambay, fue detenido en el predio del Campus Universitario de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en San Lorenzo, en un vehículo donde tenía guardada una carga de 2 kilos 775 gramos de cocaína, distribuida en tres paquetes.
La carga estaba oculta en una camioneta de la marca Chevrolet S10, con chapa BEP 871. Los paquetes de cocaína estaban guardados en una mochila de color negro y blanco.
El operativo, que tuvo su inicio en un trabajo de inteligencia, fue llevado a cabo conjuntamente con agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), y el entonces fiscal antidrogas Javier Ibarra, según el informe del Ministerio Público.
Cuando los intervinientes requirieron sus documentos a los ocupantes de la camioneta, Gómez, quien ya poseía dos antecedentes por tráfico de drogas, salió con arma en mano amenazando con iniciar una balacera en medio de los estudiantes.
Además de la droga fueron encontrados en poder del narcotraficante una pistola Tauro 9 mm, con 11 proyectiles cargados y dos expansivas, y dos aparatos celulares.
Durante el juicio oral y público, el fiscal Ferreira demostró la responsabilidad de Gómez en el hecho; las pruebas fueron admitidas por el tribunal de Sentencia.