17 abr. 2024

Nano y Optaciano: Dos candidatos que pagaron por los pecados familiares

Las elecciones municipales del domingo pasado se caracterizaron por el particular comportamiento ciudadano que dejó una lección clara a la clase política. La gente dio su voto castigo no solo a aquellos candidatos cuestionados por sus gestiones anteriores, sino que también, en algunos casos, por culpa del accionar de sus familiares.

Armando Gómez

Armando Gómez

Este fue el caso de Optaciano Gómez Verlangieri, del PLRA, en Limpio; y de Juan Carlos Nano Galaverna, de la ANR, en Ypacaraí. Ambos cayeron electoralmente por el peso del accionar de su hermano, en el caso de Optaciano; y de su padre, en el caso de Nano.

En ambos casos, sendos videos de tinte sexual, viralizados en las redes sociales, fueron los detonantes para que se quedasen con las ganas de salir victoriosos en la intendencia de sus respectivos distritos.

El clan de los Gómez Verlangieri, de gran hegemonía política en Limpio desde hace 25 años, cayó en los comicios. Es que pocas semanas antes de las elecciones un escándalo sacudió a la familia por la viralización del video de tinte sexual donde se veía al hermano de Optaciano, el entonces intendente Ángel Toto Gómez Verlangieri, manteniendo relaciones sexuales con una funcionaria de la Municipalidad.

Con el video del intendente circulando en las redes se dio un despertar del pueblo limpeño, que pidió en manifestaciones callejeras la salida de Gómez y el cese de la hegemonía de la familia en la política local, particularmente en la Municipalidad, donde varios de los hermanos llegaron a ser intendentes.

Tras la denuncia de la mujer por coacción sexual, que después se amplió a otros delitos, creció el sentimiento en contra la citada familia.

Con este clima enardecido se llegó a las elecciones, donde Carlos Palacios Ocampos, de la ANR, ganó la intendencia de Limpio por una diferencia de 894 votos. Palacios tuvo 15.300 votos y Gómez Verlangieri 14.407.

Ypacaraí. En Ypacaraí, base del liderazgo del otrora poderoso senador Juan Carlos Galaverna, pujó por la intendencia, con la chapa colorada, Nano Galaverna, hijo del legislador. El joven político pagó por el pecado de su padre, quien cayó en picada política desde que se viralizó el año pasado un video de contenido sexual donde aparecían funcionarias del Congreso.

El polémico caso, que incluso fue a los estrados judiciales, dejó aplastado al legislador, situación que arrastró electoralmente a su hijo. Nano pretendía desalojar a Raúl Negrete (PLRA) de la intendencia. Negrete obtuvo 5.628 votos contra los 4.416 de Galaverna. Hubo una diferencia de 1.212 votos a favor del liberal.

La difusión de ambos materiales audiovisuales fue parte de la llamada guerra sucia en la política.

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