Por Raúl Cortese
NUEVA ALBORADA
No se cumplió aún un mes de la violenta desaparición del intendente liberal Orlando Salinas y ya se desató una feroz puja política en el Municipio de Nueva Alborada, Departamento de Itapúa, donde actualmente gobiernan dos intendentes y dos juntas municipales. Ambos grupos en pugna se acusan mutuamente de torcer la ley en beneficio propio, pero nadie cede a sus posiciones.
Por un lado, el concejal colorado Mario Bogado fue designado ayer por un sector de la Junta Municipal como nuevo intendente en una atípica sesión extraordinaria que se llevó adelante en el estacionamiento del edificio municipal y que fue certificada por una escribana.
Paralelamente, los liberales realizaron otra sesión, también certificada por otra escribana, dentro del edificio municipal, donde con otro grupo de concejales reconocieron a la titular de la Junta Municipal, Blanca Caballero, como la natural encargada de despacho de la intendencia luego del fallecimiento de Salinas, quien presuntamente se autoeliminó en su domicilio días atrás. Salinas, del PLRA, había sido elegido por mayoría popular en este pequeño distrito que no supera los 7.000 habitantes y tenía que terminar su mandato en diciembre próximo.
Desde su fallecimiento, empezaron las rencillas políticas dentro del seno de la Junta Municipal que se dividió y ambos grupos se apoderaron de la Intendencia y de la Junta Municipal.
Mario Ramírez, asesor jurídico del sector liberal que apoya a Caballero, dijo que el propio bloque colorado avaló y firmó días atrás el acta en donde se le designa a Caballero como intendenta para completar el periodo y que ahora no la quieren reconocer, por lo que designaron a un nuevo intendente.
Ramírez denunció que un grupo de concejales, junto con el abogado Cornelio Martínez, trajo a una escribana de la Gobernación de Yacyretá y obligaron al concejal suplente Fredy Amarilla para que vote a favor de Bogado. “Querían meter a un concejal municipal artificial, es una cosa de locos”, reclamó Ramírez.
El concejal colorado Adolfo Gómez, por su parte, denunció que dos guardias impidieron la entrada en el edificio municipal a los concejales, quienes no pudieron ingresar para poder sesionar y hacer cumplir la ley con todos los concejales presentes. Debido a ello, este grupo decidió sesionar en el estacionamiento y elegir allí al nuevo intendente.
Gómez incluso denunció la desaparición desde agosto de una camioneta propiedad de la Municipalidad de la marca Isuzu, de color negro.
Caballero aseguró que el móvil está en un taller (no supo decir en qué lugar o nombre del taller) para reparación o mantenimiento.
Los colorados, apenas terminaron su sesión, comunicaron a la Justicia Electoral y a todos los bancos que Bogado es el intendente.
Caballero había acusado al gobernador Luis Gneiting de estar detrás de la maniobra en su contra. Gneiting acusó a Caballero de ocupar de manera irregular la intendencia.